Priscilla Presley, la visión femenina

Siendo la hija de la realeza hollywoodense, Francis Ford Coppola (padre de la trilogía de El Padrino y Apocalipsis Ahora), Sofia creció envuelta en privilegios cinematográficos. A poco de nacer, ya incursionaba en el mundo del espectáculo como el bebé del bautismo en la primera parte de El Padrino. Años después, dejaría el mundo de la actuación para enfocarse en el mismo camino de su padre, la dirección.

Pero siendo consciente del mundo en el que nació, desde un primer momento Sofia buscó desarrollar su talento en el mundo cinematográfico marcando diferencias con el trabajo de su padre. Mientras que Coppola padre realizó producciones masivas, las pretensiones de Sofia iban en dirección a algo más íntimo, con menor producción, pero un mayor enfoque en los complejos sentimientos de los personajes. Empezaría a llamar una buena atención con títulos como “Las vírgenes suicidas” (1999), “Perdidos en Tokio” (2003) y “Marie Antoinette” (2006).

Las películas de Sofia han sido aclamadas o resaltadas por un detalle en particular. Se centran en la experiencia femenina, en detallar la soledad que varias veces las mujeres han podido sentir al estar aisladas en diferentes facetas. Ya sea una extranjera perdida en la capital de Japón o la reina de Francia encontrando poca amistad y gentileza en la corte de Versalles. Para esta ocasión, quiso concentrarse en Priscilla, la esposa de Elvis, que carga consigo cierto misticismo.

En cierta forma es un contraste con “Elvis” (dirigida por Baz Lurhman), estrenada en cines el año pasado. Mientras que el biopic del rey es deslumbrante y bombástica, “Priscilla” es callada, sutil, e íntima. Dos caras de la misma moneda retratadas por dos directores de estilos marcados.

La vida de la señora Presley es tan fascinante como peculiar. Conoció a su esposo cuando todavía era una menor de edad y se casó con él con una diferencia importante en años. La cinta quiere retratar eso, cómo la vida de una muchacha fue moldeada desde su infancia para ser otra persona.

Con bastante tacto y elegancia, seguro la nueva cinta de Coppola deslumbrará a las audiencias. Descúbralo usted mismo.