Con la llegada de noviembre, arriba también a los hogares peruanos la época de la campaña navideña, donde no es novedad que las luces y uso de pirotécnicos aumentan la posibilidad de que ocurran accidentes e incluso grandes incendios que arrasan con lo que encuentran a su paso.
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Como se conoce, estos son atendidos por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú, quienes cumplen una labor ardua donde se exponen todos los días a ser a la vez víctimas de los siniestros que atienden.
El año pasado, según reportó la Intendencia de la mencionada institución, los incendios aumentaron entre un 30% y 35% por las celebraciones por Navidad y Año Nuevo, fechas que están a la vuelta de la esquina.
Solo el 24 y 25 de diciembre del año pasado, en medio de la celebración de Noche Buena, los bomberos atendieron cerca de 116 incendios.
Entonces, así como los hombres de rojo corren al rescate las 24 horas del día de manera voluntaria para salvar la vida de las personas, ¿quiénes cuidan de ellos? ¿Hasta qué punto se puede decir que tienen una cobertura de salud en caso les toque lidiar con la muerte?
Perú21 conversó con algunos de ellos, quienes contaron sobre cómo la falta de acceso a un sistema de salud mucho más integral ha puesto sus vidas en peligro en más de una oportunidad.
COBERTURA INSUFICIENTE
Cuando Renzo Miranda se cayó de un tercer piso atendiendo una emergencia, él intentaba rescatar a tres niños que estaban atrapados en un incendio en el distrito de San Borja.
Han pasado casi cuatro meses desde aquel día, y no ha recuperado aún la total movilidad.
“Me operaron en el hospital, estuve cinco semanas, pero el problema comenzó cuando me dieron de alta. No aparezco en el sistema, no pueden darme ninguna cita y atender mi proceso de rehabilitación ha sido imposible”, indicó a este diario.
En 2016, durante el gobierno del expresidente Kuczynski, se promulgó el Decreto Supremo 1260, con miras a fortalecer la institución de los hombres y mujeres de rojo.
Según la normativa, los bomberos están inscritos en el Seguro Integral de Salud (SIS). Y los que no se encuentren asegurados de manera particular, tienen derecho a recibir atención en el Seguro Social de Salud (Essalud) sin costo alguno, así como también a hospitalización en los casos de accidentes producidos como consecuencia de su servicio.
En el decreto se menciona que la atención se da hasta la total recuperación y/o rehabilitación del accidentado. Sin embargo, brigadieres que conversaron con este diario aseguran que en más de una oportunidad han tenido problemas para atender sus males.
“Durante la pandemia, un compañero mío se golpeó fuertemente cuando salimos a atender un incendio. Y fuimos al SIS, pero no lo atendieron incluso pese a que mostró su carnet”, mencionó uno de ellos.
“El SIS si bien te saca del peligro, no te cubre lo que es rehabilitación y lo que es una pensión o algo que te mantenga hasta que te estabilices. Es el caso de estos bomberos, los dos chicos que se quemaron con los equipos de protección (entregados en los últimos días por la presidenta Dina Boluarte). Desde la Intendencia dicen que no hay dinero porque no hay una partida especial para la atención”, indicó otro de ellos.
Aseguran que no hay una intención, en todo caso, para conseguir una mayor cobertura de salud. “Si se quisiera, se podría hablar con el ministro (del Interior) para aumentar el presupuesto, o se buscaría un abogado para ver cómo puedo conseguir un mejor seguro que cubra el 100% de la rehabilitación”.
Mientras tanto y pese a las circunstancias que llegan a ser precarias en algunas ciudades del interior del país, los bomberos siguen haciendo con pasión lo que mejor saben: salvar vidas.
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