Hábitos saludables
Hábitos saludables

La es el bien más preciado de las personas; por ello, hay que cuidarla desde la infancia. Un estilo de vida saludable reduce considerablemente el riesgo de sufrir enfermedades que pueden tener secuelas irreversibles en el organismo. La doctora María José Seminario del Centro Médico Plaza Lima Sur de la brinda las siguientes recomendaciones para estar siempre en óptimas condiciones:

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  1. Realizar ejercicios con regularidad. Hacer 150 minutos de actividad física ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares que son dos de las principales causas de muerte. Así como, obesidad, hipertensión, diabetes, colesterol alto, entre otras afecciones no trasmisibles que dañan lentamente el organismo.
  2. Dormir bien. Diversos estudios demuestran que las personas con insomnio o que no descansan lo suficiente tienen mayor riesgo de presentar afecciones cardiacas, presión alta, obesidad y problemas de memoria. Estos mismos reportes revelan que también tienen mayor tendencia a tener una baja calidad de vida, depresión y falta de concentración. El sueño permite al cuerpo revitalizarse y reponerse de las actividades efectuadas durante el día. ¿Cuántas horas se debe dormir? Si eres adulto, entre 7 y 8 horas.
  3. Mantener un peso adecuado. Se ha demostrado que, a mayor sobrepeso, mayor posibilidad de sufrir múltiples patologías. Por eso, se aconseja seguir un régimen nutricional balanceado, la práctica regular de deportes, disminuir el consumo de sal, alcohol y café y aprender a controlar los cuadros de estrés y ansiedad para evitar comer por compulsión. Angina de pecho, infarto al corazón, diabetes, colesterol alto, resistencia a la insulina, hipertensión, embolias y diversos tipos de cánceres son algunas enfermedades y condiciones vinculadas íntimamente con el sobrepeso y la obesidad.
  4. Cuidar la salud mental. Descansar correctamente, hacer ejercicios con frecuencia, evitar grasas, carbohidratos complejos, comida chatarra, tener un pasatiempo que genere bienestar, mantener ocupada la mente, aprender a encontrar el lado positivo de las cosas, a comunicarnos con nuestros seres queridos y compañeros de trabajo, socializar, hablar con familiares y amigos, solicitar ayuda cuando la necesitemos y no generar dependencia a las redes sociales son algunas de las formas en que podemos reducir los niveles de estrés.
  5. Realizarse chequeos anuales preventivos. Más aún si existen antecedentes familiares. A partir de los 50 años es requisito indispensable el chequeo preventivo de rutina, y con mayor razón si se padece enfermedades pre existentes. Tener en consideración que cada paciente, según su patología, debe tener un control acorde a su necesidad. También se recomienda hacerse un análisis de sangre completo, medirse la presión arterial y exploraciones ginecológicas desde los 18 años, a fin de identificar en forma precoz cualquier enfermedad.

Es importante promover la cultura de la prevención y cuidado de la salud desde los primeros años de vida para convertirnos en adultos mayores autónomos e independientes.


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