“Bien haría el presidente en empezar a buscar soluciones realistas al problema de los fertilizantes, como la urea, cuyo precio se incrementó en más del 300%”.
“Bien haría el presidente en empezar a buscar soluciones realistas al problema de los fertilizantes, como la urea, cuyo precio se incrementó en más del 300%”.

Recientemente, a puertas de la peor crisis alimentaria de las últimas décadas, el presidente Pedro Castillo, mientras realizaba una actividad proselitista en Huaura, destiló por los poros un nivel de ignorancia inaceptable en un mandatario, al afirmar que “hambruna les va a dar (solamente) a los ociosos”.

Es evidente que no tener el hábito de informarse a diario de lo que ocurre en el mundo le pasa factura a Castillo, quien ignora que son 15.5 millones de peruanos los que podrían sufrir hambre por la crisis alimentaria mundial (FAO) y no por la ociosidad como sugiere.

El problema que enfrenta el planeta empezó con las restricciones al comercio por la pandemia del COVID-19 y se agravó súbitamente con la invasión de Rusia a Ucrania. Inicialmente, esto frenó las exportaciones de alimentos de ambos países, los cuales representan el 12% de las calorías comerciadas a nivel internacional. Ante esto, los precios internacionales de los alimentos empezaron a subir y, en consecuencia, se desató la alarma internacional de la crisis; lo que motivó a otros países exportadores de alimentos a detener sus exportaciones, como la India o Pakistán.

Por ejemplo, recientemente más de 23 países anunciaron que dejarán de exportar trigo, lo que, sumado a lo que ya dejó de exportar Rusia y Ucrania, significa que la oferta internacional de este cereal se ha restringido en 36% aproximadamente, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

Bien haría el presidente en empezar a buscar soluciones realistas al problema de los fertilizantes, como la urea, cuyo precio se incrementó en más del 300% desde el inicio de la pandemia (Banco Mundial) y la cantidad importada hasta abril de este año se desplomó en 54% en comparación con el promedio histórico.