(Foto: Getty Images)
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Era una tarde de 22 de noviembre del año 1963 en Dallas, Texas, cuando el presidente más joven de los Estados Unidos hasta ese entonces paseaba durante una visita política al mencionado estado. Mientras estaba con su esposa en un Lincoln Continental Convertible, producido por Ford, recibió varios impactos de bala que acabaron con su vida.

Había dejado de llover, por lo cual abrieron el descapotable del auto, en donde también iba el gobernador John Connally junto a su esposa Nellie. Por su parte, el vicepresidente, Lyndon B. Johnson, y su mujer, ocupaban otro coche.

A las 12:30 pm, el móvil circulaba cerca del Depósito de Libros Escolares de Texas, en la céntrica plaza Dealey, de donde llegaron los disparos realizados por Lee Harvey Oswald, un empleado recientemente contratado del establecimiento.

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Las balas alcanzaron la cabeza y el cuello del presidente, quien terminó desplomado sobre su mujer, mientras que el gobernador Connelly terminó con una herida de bala en la espalda.

Rápidamente, el auto se dirigió al Hopital Memorial Parkland, cerca del lugar, pero fue muy tarde, el presidente fue declarado muerto media hora después. Ese mismo día era atrapado el supuesto tirador.

Dos días más tarde, un domingo 24 de noviembre, Oswald era asesinado en su traslado desde la Jefatura de la Policía a la cárcel del condado por Jack Ruby, expropietario de varios clubes nocturnos en la ciudad de Dallas. Así como el magnicidio, este asesinato se pudo ver en cámaras.

La muerte del joven presidente parecía resuelta, sin embargo, su sucesor creó la Comisión Presidencial sobre el Asesinato del Presidente Kennedy, o Comisión Warren, que estuvo clasificada por muchos años hasta que en 2017 se desclasificaron algunos documentos... mas no todos.

Según fuentes de la Casa Blanca consultadas por BBC, una serie de documentos quedaron ‘sellados’ a petición del FBI y de la CIA, al menos durante 180 días, para que las agencias del Gobierno pudieran determinar si su publicación podría suponer una amenaza a la seguridad nacional.

Sin embargo, el escritor y expresidente de ‘The New York Times’ Phil Shenon explicó a la cadena CNN que existe la posibilidad de que “nunca” se vayan a conocer “algunos” de los documentos clasificados.

Debido a las especulaciones entorno a los documentos aún clasificados de la investigación, muchas son las teorías que se han tejido al asesinato del presidente Kennedy, así como las razones que propiciaron su cruel asesinato.

Los otros tiradores

Si bien la teoría oficial siempre fue que Oswald fue el único autor material de la muerte del presidente Kennedy, la Comisión Warren encontró la posibilidad de que haya otro tirador en escena.

Según el informe, existen evidencias acústicas que establecen alguna probabilidad de un segundo tirador en cuestión. Además, en el informe de la autopsia de JFK solo se tenían en cuenta las conclusiones médicas del hospital de Parkland y también del Centro Médico Naval de Bethesda (Maryland).

Esto llevó a que aumente el escepticismo entorno a lo que realmente sucedió en Dallas, implicando a un supuesto segundo tirador en escena. Sin embargo, estudios posteriores de el Comité de Acústica Balística de la Academia Nacional de Ciencias indicaron que los “datos acústicos confiables” no podían apoyar la teoría de que hubiera un segundo tirador.

La caravana presidencial con una vista de cerca del presidente y el señor Kennedy y el gobernador de Texas John Connally y su esposa, Dallas, Texas, 22 de noviembre de 1963. (Foto de Underwood & Underwood / Underwood Archives / Getty Images)
La caravana presidencial con una vista de cerca del presidente y el señor Kennedy y el gobernador de Texas John Connally y su esposa, Dallas, Texas, 22 de noviembre de 1963. (Foto de Underwood & Underwood / Underwood Archives / Getty Images)

Una orden de la URSS

Otra de las teorías que surgieron tras la muerte y la dudas que no se resolvían entorno al magnicidio fue la supuesta injerencia de la URSS en este acto. En ese entonces, dirigida por Nikita Kruschev, con una relación tensa entre ambos países en plena Guerra Fría, la posibilidad era defendida por muchos, incluso hasta hoy.

Luego de la crisis de los misiles en Cuba, supuestamente, Kruschev habría ordenado el ataque contra Kennedy. Esto era apoyado por la visita de Oswald a suelo soviético y su esposa Marina Prusnakova, nacida en suelo ruso.

La teoría de que Oswald era un simple chivo expiatorio tomó notoriedad, pues los argumentos de Prusnakova tenían sentido. Incluso después de la muerte de su marido, la mujer fue detenida por el FBI, acusada de ser espía rusa.

El entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, y su esposa, Jaqueline, miran a su alrededor antes del magnicidio. Dallas, 22 de noviembre de 1963. REUTERS
El entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, y su esposa, Jaqueline, miran a su alrededor antes del magnicidio. Dallas, 22 de noviembre de 1963. REUTERS

Fidel Castro y la mafia

Es algo similar a lo que ocurre con la URSS, sin embargo, en este caso las motivaciones son distintas, pues según algunas personas, la mafia habría ayudado a Kennedy a ganar las elecciones en los 60. Sin embargo, el gobierno entabló una dura lucha contra el crimen organizado.

Antes de la revolución castrista, la mafia había invertido mucho dinero en casinos en Cuba, pero con la llegada de Fidel Castro al poder en La Habana todo esto se frenó.

El fracaso de Kennedy en Bahía de Cochinos hizo que las pocas esperanzas de recuperar este ilegal mercado se esfumaran. Esta teoría se reforzaba por la posición de Jack Ruby, asesino de Oswlad, quien era dueño de varios clubes nocturnos en Dallas.

Otros aseguran que fueron cubanos anticastristas los que pagaron a la mafia para matarlo. No obstante, la Comisión Warren descartó la implicación de la mafia.

En 1962, el presidente John F. Kennedy estableció un embargo sobre el comercio con Cuba que excluía las medicinas y alimentos. (Getty Images).
En 1962, el presidente John F. Kennedy estableció un embargo sobre el comercio con Cuba que excluía las medicinas y alimentos. (Getty Images).

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