Sin agua, con las pistas rotas y con enfermedades en los ojos producto del polvo. Así se encuentran decenas de vecinos de San Juan de Lurigancho, quienes continúan afectados por el aniego de aguas servidas ocurrido el pasado 13 de enero.
Denuncian que pese a que ya ha pasado más de ocho meses desde que ocurrió el aniego – y que las autoridades se comprometieron a darles una solución – los trabajos están paralizados o, en otros casos, avanzan pero a paso lento.
Los vecinos más afectados se encuentran en las calles Los Ruibardos, Los Hinojos, Las Hebeas y Los Mirables. Ellos denuncian que las cañerías de Sedapal continúan rompiéndose y esto produce filtraciones de agua en sus casas.
“El terreno está húmedo y por eso los albañiles no quieren ni tocarlo. Mi madre ya no puede ni caminar porque en el segundo piso la situación es peor”, sostuvo Adela, una vecina que tiene su vivienda en la calle Los Mirables.