Se proyecta que la economía peruana cierre 2023 con un insuficiente y mediocre crecimiento de 1.6%, debido a riesgos de El Niño Costero más intenso y tensiones políticas renovadas.  (Foto: KimonBerlin/Flickr)
Se proyecta que la economía peruana cierre 2023 con un insuficiente y mediocre crecimiento de 1.6%, debido a riesgos de El Niño Costero más intenso y tensiones políticas renovadas. (Foto: KimonBerlin/Flickr)

Por Asociación de Contribuyentes

Para comprender por qué el Perú entró en un periodo de recesión técnica hay que tener en cuenta algunos escenarios que posibilitaron este hecho. El primero corresponde a los fenómenos transitorios, es decir, los , las protestas, el ciclón Yaku y el fenómeno de El Niño (FEN).

En segunda instancia está la situación política del país que se marcó por una constante crisis, la cual recién vio la luz en el segundo trimestre del año. En este sentido, la pésima gestión de Pedro Castillo sumó mucho a la parálisis en la que nos encontramos.

A estos factores, se suma la alta inflación, los costos de financiamiento elevados y baja confianza empresarial que finalmente repercuten en la inversión pública y privada, siendo está última la que principalmente genera empleo y crecimiento económico.

Estos cuatro factores generaron la recesión, pero hay detalles que tomar en cuenta. Durante 2023, el Perú proyecta un crecimiento de 1.6%, menor al mundial que asciende a 2.8%. Cabe resaltar que nuestro país sigue las tendencias del mundo que no son optimistas, ya que se espera que el crecimiento mundial caiga del 3.4% en 2022 al 2.8% en 2023, para luego estabilizarse en casi 3% en 2024, según el pronóstico base del Fondo Monetario Internacional.

Un detalle es que si solo vemos el primer trimestre 2023, el Perú es uno de los únicos países que ha decrecido junto con Chile. Así, se espera que la inflación global, que fue uno de los drivers de la desaceleración, caiga del 8.7% en 2022 al 7.0% en 2023 debido a la baja en los precios de las materias primas, pero es probable que la inflación subyacente disminuya más lentamente.

Si a este contexto mundial se suma la potencial mala gestión para afrontar el próximo FEN, se evidencia entonces que el crecimiento será muy por debajo de su potencial. A ello se suman los problemas políticos, protestas sociales, el ciclón Yaku y el FEN. Esto condujo a una caída del 0.4% en la actividad económica en el primer trimestre de 2023, que fue más pronunciada de lo esperado.

Teniendo en cuenta todo esto, los esfuerzos de las autoridades para mitigar los efectos de FEN el próximo año, la mejora en la situación político-social y la expectativa de que las elecciones generales no se adelanten a 2024, se proyecta que la economía peruana cerrará con un crecimiento de 1.6% este 2023, ligeramente por debajo de su estimación anterior.

En tanto, la perspectiva de crecimiento para 2024 también se reduce de 3.0% a 2.6% debido al impacto previsto de El Niño en los primeros meses y ajustes globales en el crecimiento, a pesar de los esfuerzos de reconstrucción después del FEN.