Kimberly García Leon celebra dos medallas de oro en el Mundial de Atletismo. (AP Photo/Charlie Riedel)
Kimberly García Leon celebra dos medallas de oro en el Mundial de Atletismo. (AP Photo/Charlie Riedel)

Cuando todos esperábamos la alegría de la clasificación al Mundial Qatar 2022, con su posterior participación, la buena noticia llegó por otro lado: dos medallas de oro en el Campeonato Mundial de Atletismo de Oregón 2022, ambas conseguidas por la peruana en la modalidad de marcha atlética en los 20 y 35 kilómetros.

En una semana histórica, la atleta huancaína logró la proeza de subirse al podio de ganadores en lo más alto. De esta forma, el atletismo consigue lo que nunca antes había logrado, ganar medalla de oro en un Mundial y encima por partida doble. Grande Kimberly al haber enaltecido el nombre del Perú, más cuando el país atraviesa momentos tan oscuros.

Ahora toca, sin más postergaciones, comenzar a brindarle más apoyo al atletismo en particular y al deporte en general. Hemos señalado, en reiteradas oportunidades, que falta una política de Estado para el deporte, pero a las autoridades que gobiernan esto les interesa poco o nada. Lo que sí les quita el sueño es estar presentes en la foto al lado del triunfador. Y estoy seguro de que lo volverán a hacer.

Con presupuestos ínfimos nunca va a crecer el deporte y solo estaremos a la espera de casi un milagro, como el de Kimberly. Por lo mismo, nuestra doble campeona mundial dijo que el éxito se debe fundamentalmente al apoyo que recibe de la empresa privada y su familia. Claro y contundente.

Por otro lado, hace pocos días se fue Ricardo Gareca, a quien no se le renovó el contrato. Igual ocurrió después con Juan Carlos Oblitas. Lo que no se entiende es que no se vaya Agustín Lozano, encargado de la presidencia de la FPF. El deporte más popular en nuestro país necesita ser reestructurado urgentemente: donde no se juegue en sus ligas profesionales con equipos impares, con estadios y canchas en mal estado, con bolsas de minutos que no aportan al desarrollo, más un largo etc.

Asimismo, no se gaste dinero en invitaciones a viajes y estadías, como en el reciente viaje del seleccionado por el fallido repechaje. Lo simple: se necesitan torneos bien organizados por autoridades competentes. Lo trágico: Lozano y su equipo no pudieron mandar ni siquiera a confeccionar un trofeo decente para entregar al campeón del Apertura de la Liga 1. En resumen: si no hay grandes cambios, nada mejorará.

Volviendo a la buena noticia, hoy nos queda aplaudir fuertemente a Kimberly y a las empresas privadas que apoyaron a nuestra gran campeona.

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