Pasos.perdidos

Como ya es usual en este Congreso, la semana se inició con un nuevo escándalo: la denuncia contra el legislador de Gana Perú Walter Acha por haber violado sexualmente a su exjefa de prensa. Como ya es usual también en Gana Perú, nadie ha dicho esta boca es mía para reclamar sanción para el responsable. Solo han emitido un escueto comunicado dando cuenta de que el parlamentario ha sido separado temporalmente de la bancada, dizque para no comprometer a la agrupación o, dicho en buen cristiano, para no cargar con el muerto, que ha demostrado que está vivito y coleando.

Lo cierto es que, mientras el último domingo nos sorprendíamos –audios de por medio– con la descarada confesión de abuso sexual por parte del congresista, en el oficialismo –según nuestras fuentes– no hubo sorpresa sino, más bien, resignación frente a la difusión de este vergonzoso hecho. En Gana Perú, aseguran, ya se sabía que Cuarto poder tenía este material, y es por eso que la separación de Acha no se produjo después de la emisión de informe, sino el 5 de mayo, nada menos que nueve días antes.

Pero nadie dijo nada entonces y nadie dice nada ahora. El presidente del Congreso, muy locuaz a la hora de defender la construcción de su centro de esparcimiento, su programa de gestores y la irregular condonación de adeudos, guarda ahora absoluto silencio. El mismo silencio que hay en torno al caso de Emiliano Apaza, otra 'joya' del oficialismo a quien la Comisión de Ética ha recomendado suspender 120 días por no consignar en su hoja de vida que tenía una condena vigente por delito de contrabando. Dicen que este caso, al igual que los de Néstor Valqui y Alejandro Yovera, ya está en la agenda del Pleno. Lo que convenientemente no han dicho es la fecha. A esperar sentados.