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"Ollanta me pidió que fuese su vicepresidente"
“Seguiré en la política. El hombre es un animal político. Si uno le quita la política, se convierte en animal”, nos dice Máximo San Román, exvicepresidente.
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Máximo San Román,EmpresarioAutor: Gonzalo Pajares.gpajares@peru21.com
Fue vicepresidente, presidente del Congreso y, para muchos, hasta presidente constitucional después del golpe del 5 de abril de 1992. Pero, sobre todo, Máximo San Román es un empresario que empezó Nova, su empresa, con un capital de 420 soles y hoy vende sus productos en 32 países. Es uno de los expositores del Primer Encuentro de Emprendedores de Lima Norte, que se realizará el 20, 21 y 22 de julio en el Senati (Panamericana Norte). Informes: www.emprendedoreslimanorte.com
¿Fue un buen alumno?No. Pertenecí al tercio inferior (risas). Era distraído. Desde siempre me gusta la cosa práctica. Por eso estudié Ingeniería Mecánica, en la UNI, esforzándome mucho, preparándome casi dos años. Ingresé en el último lugar, pero ingresé.
A los ocho años era herrero…Y a los nueve ya era gerente de una empresa. Mis padres viajaban mucho y, como yo era el mayor, me dejaban a cargo de su hacienda. Al inicio lloraba, pero mi padre me dijo: "Solo ordena, como yo". Y así me hice varias veces cargo de la siembra, del riego, del ordeño y hasta de la cosecha. Allí, en la hacienda, y a los nueve años, aprendí a 'gerenciar'.
Fundó Nova hace 32 años. ¿Es su habilidad con las manos, su talento como gerente o su instinto lo que la han hecho exitosa?Desde niño, y sin querer queriendo, aprendí las tareas de un líder. Además, en todos mis trabajos siempre asumí los retos, nunca dije "no" o "no sé". Cuando un jefe preguntaba "¿quién puede hacer esta pieza", siempre respondía "yo". Así hice trabajos extraordinarios, pues veía en ello una oportunidad de aplicar lo que había aprendido. Nunca le corrí al trabajo: he sido obrero, he cargado fierros, he sido dibujante, he arreglado máquinas que nadie podía reparar. Una vez hasta tuve que ocultar mi condición de universitario, de ingeniero, para no avergonzar a mi jefe, quien era un maestro sin grado académico, solo para no hacerlo sentir mal, para que no pensara que quería su puesto, pero se enteró y, como era o él o yo, me envió a hacer limpieza (risas).
¿Qué sintió cuando Montesinos dijo que usted no hacía nada en el Gobierno, que solo se dedicaba a cortar el salame?Una tremenda desilusión, un desencanto hacia la bajeza de la política. Además, era mentira, porque nunca tomé un café con ese indeseable. Y yo sí hice: fui un pilar fundamental para modernizar este país, porque en mi gestión como presidente del Congreso dimos las leyes que nos han permitido crecer y desarrollarnos. Por mezquindad, los apristas y hasta el infeliz de Toledo me han ninguneado.
¿Nunca se dio cuenta de que Fujimori no era alguien fiable?Yo me dediqué a trabajar por el país. Además, Fujimori estaba al margen de las decisiones legislativas. Asimismo, había que ser realistas y ver el interés nacional: llegamos al Gobierno…
Sin plan de gobierno…(Risas). Sin plan de gobierno. Fujimori nos convocó para hacer una lista para senadores, no pensábamos en una plancha presidencial. Cuando pasamos a la segunda vuelta, empezamos a buscar cuadros. Así llegamos a Jorge Chávez, a Santiago Roca. Hicimos un plan de gobierno apurado para justificar nuestra participación en la segunda vuelta. No queríamos un shock. Pero, en EE.UU., los gurúes de la economía mundial convencieron a Fujimori de dar un ajuste drástico.
Veinte años después de su alejamiento de Fujimori, ¿cómo ve lo que hizo?Me da mucha pena. Yo fui el primero en denunciar a Montesinos pues él representaba al narcotráfico y a la corrupción, y era un jefe de sicarios. Sin embargo, en términos humanos, mantengo una amistad con Susana y con todos sus hijos. Es más, soy amigo de Alberto. Una vez, después del 5 de abril, coincidimos en un restaurante. Él estaba en un privado y me acerqué a saludarlo pues lo cortés no quita lo valiente. Me acerqué, le tendí la mano y le dije "hola, Alberto". No me recibió la mano… me abrazó. Fue un encuentro muy emotivo, me preguntó cómo me iba, cómo estaba mi familia. La política no ha afectado nuestra amistad.
Me sorprende que a Toledo le diga "infeliz"…Porque él sí nos traicionó.
Y no solo eso, usted apoyó a Keiko en la campaña…Lo que menos deseaba era que ella y Humala llegaran a la segunda vuelta, pero pasó. Soy amigo de Isaac, conozco a Ulises, a Antauro, a Ollanta, a Nadine… y, porque los conozco, confiaba más en Keiko. Ollanta me pidió que fuese su primer vicepresidente, que fuese su candidato al Gobierno Regional del Cusco, y me negué porque si acepto a un líder tengo que admirarlo, este tiene que garantizarme sus conocimientos. Y Ollanta no aparecía como líder… Eso y su acercamiento con Chávez lo convertían en un peligro. Afortunadamente, Favre fue su asesor y le lavó la cabeza.
¿Cómo ve hoy a Humala?Lo está haciendo mejor de lo que imaginaba. Lamentablemente, él sembró los conflictos sociales que hoy nos afectan.
AUTOFICHA
- Nací en Cusipata, provincia de Quispicanchis, Cusco. Mi mamá fue una pastora de llamas y alpacas, analfabeta y quechuahablante. Mi papá, abogado y hacendado.
- Mi padre me educó, me llevó con mi 'mamá' Rebeca, su esposa. Hice la primaria en Calca; la secundaria, en Cusco; la universidad, en la UNI.
- Hoy, el 90% de nuestros productos van a la industria alimentaria. Y, con orgullo, puedo afirmar que siempre han sido buenos tiempos para Nova. Estamos en 32 países.
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