La presión por el éxito académico hace que los jóvenes recurran a fármacos que mejoran su rendimiento. (Heiner Aparicio)
La presión por el éxito académico hace que los jóvenes recurran a fármacos que mejoran su rendimiento. (Heiner Aparicio)

Redacción PERÚ21

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La desesperación de muchos escolares de secundaria, así como universitarios, por mejorar su rendimiento intelectual o deportivo ha hecho que recurran a las llamadas 'smart drug' –'drogas inteligentes' o nootropicos–, entre las que se encuentran las peligrosas anfetaminas.

Lo más preocupante es que estos fármacos se pueden conseguir con mucha facilidad. Los venden en las farmacias que no exigen recetas médicas o se ofrecen por 'delivery' a través de Internet.

Cedro lanzó ayer esta alerta: afirma que los estudiantes emplean productos que son prescritos para tratar el mal de Alzheimer o para niños que padecen de hiperactividad.

Los primeros ayudan a mejorar las funciones cognitivas del cerebro. Los segundos mantienen a la persona despierta (pueden pasar varios días sin dormir). Ambos generan la idea de que un muchacho "lo puede hacer todo".

Alfonso Zavaleta, representante de Cedro y especialista en farmacología, sostuvo que aún no hay estadísticas en el Perú sobre este grave problema. Sin embargo, aclaró que las llamadas que recibe su institución de jóvenes que padecen dicho problema van en aumento.

"Yo diría que, aproximadamente, el 8% de las comunicaciones proceden de estudiantes de la carrera de Medicina, que son quienes tienen mayor presión en los estudios. Esto es solo un cálculo. No hay una cifra oficial", manifestó el experto.

DAÑAN LA MEMORIAZavaleta refirió que, si bien es cierto que estas drogas parecen ayudar a los consumidores, la verdad es completamente distinta.

"Es cierto que quienes usan estos fármacos consiguen su objetivo inmediato, que es pasar un examen o culminar un trabajo. Pero todo ese conocimiento adquirido se esfuma rápidamente. Además, producen efectos secundarios, como alteraciones mentales o problemas renales", indicó.

La mejor manera de estudiar –opinó el especialista– es programando con tiempo las materias. "Es importante dormir. Durante el descanso se produce lo que se conoce como el sueño REM (o profundo), el cual ayuda a interiorizar todos los conocimientos que se han adquirido durante el día. Una persona que se mantiene despierta por horas o días con drogas no conseguirá retenerlos por mucho tiempo", afirmó.

¿Y qué sucede con los escolares? La situación de ellos es un poco distinta. De acuerdo con Zavaleta, los padres inducen a los colegiales a tomar 'pepas' que mejoran el rendimiento. Estos medicamentos son recomendados por otros papás o por conocidos, quienes también experimentaron con sus hijos.

CÓMO LOS OBTIENENAdemás del 'delivery' y de la venta en farmacias, el especialista informó que los pediatras recetan, libremente, las medicinas destinadas para niños hiperactivos, entre las que se encuentran las benzodiazapinas (como Diazepan, Ativan y Rohypnol, entre otros) y las anfetaminas (Dexedrine, Ritalín y Adderall). "Así es como muchos llegan a conocer sus propiedades para, luego, automedicarse", aseveró.

En el caso de los fármacos para el Alzheimer, la información de sus propiedades se obtiene por Internet.

Los jóvenes también emplean otras sustancias para 'mejorar' su concentración, como los energizantes, que también son peligrosos.

De acuerdo con un estudio realizado por Devida, el 29.6% de los universitarios utilizan estas bebidas, mientras que otros recurren al 'éxtasis' (o MDMA, que es un estimulante) o al MDA (conocido también como la 'píldora del amor').

LAS OTRAS ADICCIONESCedro también alertó sobre las adicciones a las nuevas tecnologías. Hizo referencia a los videojuegos y a los smartphones. El psicólogo Jorge Arnao dijo que las personas que se han vuelto dependientes de estos equipos experimentan el síndrome de abstinencia.