Maestría en Acho

Por: Baldomero Cáceres V.Qué delicia hubiera sido llegar a la redacción y hablar del toreo magistral de Enrique Ponce, de la profundidad de Perera, de su arrimón en el último de la tarde. Pero no podemos hacerlo porque el fiasco ganadero, correspondido por el abucheo del respetable contra Roberto Puga, nos dejaría en evidencia ya que el ganadero envío una corrida de vergonsoza presentación, anovillados, balbuceantes en sus arrancadas por la poca fuerza que tenían.

De no haber sido así, estaríamos hablando de una tarde histórica, con faenas de grandeza, coreadas pero sin que la cosa rompiera por el ya contrariado público pagante, defraudado y maltratado y que terminó coreando casi unánimemente desde sol ¡Puga estafador! Así señor ganadero usted no puede venir a Lima, lidiar, ni sentirse orgulloso de la dulzura de tamarindo de sus toros, de su nobleza, de la duración reseñable del 3°, 4° y 6° de este encierro de birrias.

Ponce estuvo brillante con el dulzón primero, que no transmitía pero permitió muletazos de uno en uno que tomaba sin decir ni mu.

La del cuarto fue una faena importantísima, que el Maestro supo vender con muletazos tersos, de seda ante un animal de cristal, de casi inválida movilidad y buen fondo. Gritos de 'torero torero', sonaron a poco porque sin emoción no hay pasión. ¿O sí?

Sebastián Castella tuvo en su primero un animal de triunfo más que seguro. Pero se rompió un pitón en el peto y fue cambiado. Su reemplazo, de escasísimas fuerzas, terminaba con la cara arriba. Castella administró cada embestida con suavidad de enfermero. Su segundo no contó.

La suavidad del primero de Perera no hacía necesario los toques. Y, en el sexto, se pegó un arrimón.

FICHA TÉCNICA – Acho, tercera de abono. Tarde soleada y casi lleno. – Seis toros de Roberto Puga, de pobre presentación, esmirriados, anovillados salvo el quinto, recibieron un minipuyazo. – Enrique Ponce: Ovación con saludos y dos orejas. – Sebastián Castella: Palmas y palmas. – M. A. Perera: Dos orejas.