¿Y si llevamos una tortuga a casa?

No ocupa mucho espacio. Es silenciosa y muy graciosa. ¿De quién se trata? De la tortuga, un animal que ha captado la atención de muchas personas que la quieren como mascota.

Antes de llevarte a uno de estos quelonios, debes tener en cuenta su hábitat natural: hay tortugas acuáticas y terrestres. Esto también determinará el tipo de alimentación. Por ejemplo, las primeras comen carne, mientras que las segundas son vegetarianas.

Además, es necesario que recuerdes que estos ejemplares son de climas cálidos y, por eso, se les debe conservar en sus casas (bien arropados) o cerca de un calefactor o foco de luz amarilla, sobre todo en épocas de frío, cuando no puede tomar sol, tal como lo recomienda la página web www.faunaurbana.net.

Las tortugas acuáticas deben contar con un estanque con agua sin cloro, la que debe ser limpiada con cierta frecuencia. Esto les permitirá nadar y mantenerse activas. Al tratarse de un animal silvestre, muchos veterinarios no lo recomiendan como mascota. Asimismo, transmiten la salmonelosis (el 50% tiene el microorganismo que produce el mal).

Otro riesgo es que hay vendedores que las sacan de reservas naturales, lo que las ha puesto en la lista de especies en peligro de extinción. Por eso, lo mejor es acudir a un criadero o a un establecimiento legal.

DATOS

- Las tortugas necesitan fuentes de calcio y otros minerales.

- Por nada del mundo se le debe perforar el caparazón.