PUBLICIDAD
Jugar también es importante
Arrancó la temporada escolar. Los padres, llenos de expectativas, exigen que los hijos aprovechen los estudios. Pero, ¿dónde queda el juego?
Imagen
Fecha Actualización
Los padres tienen el deber de brindar educación a sus hijos. Sin embargo, muchas veces, las medidas que acompañan esos buenos deseos pueden provocar efectos nocivos. "Hay que buscar el equilibrio entre las obligaciones y el juego", señala la psicoterapeuta Lucy Ibáñez. "La sobrecarga de estudios, lejos de convertirlos en los niños aplicados y exitosos que quieren los padres, termina generándoles problemas de ansiedad, estrés y depresión", agrega.
Por tal motivo, los padres deben regular la carga académica y evitar que el niño se sature con talleres y clases particulares. Es bueno estar mejor preparado, pero eso no significa suprimir las horas de ocio. "Si el niño ya está haciendo algo que le demanda tiempo y energía, y para colmo le quitan algo que sí disfruta, al final se desmotivará y no rendirá bien", explica la especialista. En tal sentido, hay que hacer espacio para que los hijos practiquen deportes, disfruten sus juguetes e, incluso, accedan a videojuegos (bajo atenta supervisión, claro está). "También es saludable jugar en familia. Eso mejora la comunicación y estrecha los vínculos", apunta Ibáñez.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD