/getHTML/media/1239557
Gobierno se endeudará por aviones de guerra y no para seguridad| La Voz del 21
/getHTML/media/1239537
José Baella sobre caso Vladimir Cerrón: "Se debería investigar la contradicción de la Policía"
/getHTML/media/1239536
Fuad Khoury: "No es el momento para invertir en aviones de guerra"
/getHTML/media/1239269
Impulsared: el programa que promueve el desarrollo a través del emprendimiento
/getHTML/media/1239371
Romy Chang sobre 'Chibolín': "La caución asegura la permanencia de Elizabeth Peralta"
/getHTML/media/1239361
José Carlos Mejía, abogado de agente 'Culebra' habla sobre supuesto atentado: "Han sido dos extraños incidentes"
/getHTML/media/1239253
Dina Boluarte endeudará al Perú por S/ 7,500 millones para comprar 12 aviones de combate
/getHTML/media/1239252
Adrián Simons: "Tipificar terrorismo urbano no soluciona nada"
/getHTML/media/1239251
Todo lo que debes saber sobre el sorteo 'Escapada de Primavera'
/getHTML/media/1239126
Gobierno de Dina Boluarte sin rumbo ante criminalidad | La Voz del 21
/getHTML/media/1239123
Víctor García Toma: "El JNE debió anular la inscripción de A.N.T.A.U.R.O"
/getHTML/media/1239120
Mariano González: "Este gobierno-Dina Boluarte- representa más al crimen que a los peruanos"
/getHTML/media/1239127
Malena Morales de Alicorp y su compromiso con los emprendedores peruanos en Marcas y Mercados
/getHTML/media/1238304
Los mejores libros del siglo XXI según The New York Times | Biblioteca de Fuego
/getHTML/media/1238207
118 mujeres han sido víctimas de feminicidio en lo que va de 2024
PUBLICIDAD

Espanto

Imagen
Fecha Actualización
Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Hay notas que son imposibles de leer sin sobrecogerse. Esta, de Martin Kurnaz, aparecida en el New York Times, es una de ellas.

"Partí de la Bahía de Guantánamo de manera similar a como había llegado casi cinco años antes: aherrojado de las manos a la cintura, de la cintura a los tobillos y de los tobillos a un perno en el piso del avión. Mis oídos y mis ojos estaban cubiertos, mi cabeza encapuchada, y aunque era el único detenido en ese vuelo, me drogaron y me vigilaron por lo menos 10 soldados. Más tarde supe que mi vuelo de Guantánamo a mi patria, Alemania, costó más de un millón de dólares. Cuando aterrizamos me desencadenaron antes de entregarme a funcionarios alemanes. El oficial de EE.UU. ofreció volver a esposar mis muñecas con un nuevo par de esposas pero el oficial alemán lo rechazó: "No ha cometido crimen, es un hombre libre".

"Mi error –sigue Kurnaz– fue viajar, a los 19 años, a Pakistán para estudiar el Corán. Allí, en un bus, ya de regreso a Alemania, la Policía me detuvo para ver mis papeles y hacerme unas preguntas. Luego de algunos días me entregaron a funcionarios de EE.UU. que, supuse, me darían un trato justo. Estaba equivocado, más tarde supe que EE.UU. pagó una recompensa de 3,000 dólares por mi persona. Al parecer EE.UU. distribuyó volantes, prometiendo que la gente que entregara a presuntos talibanes o miembros de Al Qaeda, recibiría –según el texto de un volante– suficiente dinero para ocuparse de su familia, de su aldea, de su tribu por el resto de sus vidas". El resultado de esta idea absurda –dice Kurnaz– fue que muchos inocentes terminaran recluidos en Guantánamo.