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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Fritz Du Bois,La opinión del directorLa vida es un movimiento perpetuo, aunque uno se quede estático, en la práctica se está moviendo. Quien hoy es un extremista mañana será considerado solo radical y ya será un conservador para la próxima semana.

Esto parece haber ocurrido en el sector educación, donde la ministra ha decidido meterse a la cama con el Sutep de Patria Roja ante el temor a que Sendero capture el sindicato. Con ello, quienes han sido los mayores destructores de la educación pública peruana en los últimos 40 años –llevándola a niveles subterráneos– ahora son aceptables e, incluso, apoyados.

De esa manera, el Gobierno habría tirado la toalla y ya ni siquiera va a intentar mejorar la calidad educativa en los colegios del Estado con la esperanza, asumimos, de encontrar paz con el sindicato. Por lo que los padres de familia ya están informados, no se sorprendan si sus hijos no pueden realizar operaciones básicas de matemáticas o comprender lo que están leyendo. Al final de cuentas, ese es el dramático estado con el que salen luego de 12 años estudiando la enorme mayoría del alumnado.

Pero lo más triste del caso es que el Sutep la va a apoyar solo para asegurarse la destrucción de la meritocracia que recién se había instalado. Pero no bien lo hayan logrado, inmediatamente harán un paro para pedir el triple de cualquier aumento generalizado que para entonces les habrán otorgado.

Más aun, van a querer repetir el éxito que tuvieron con Toledo y esperaran duplicar los salarios del magisterio durante este mandato sin exigirles a los maestros ningún resultado a cambio. Total, si Patria Roja creyera en los beneficios de la educación no hubieran destruido un sistema estatal que era adecuado, para llevar al semi analfabetismo a tres generaciones de peruanos.

Al final, tenemos a un gobierno que parece muy ingenuo durmiendo con el enemigo sin lograr nada a cambio o tiene otra agenda y nos está engañando.