“Yo no puedo decir quién me contrató”

Envuelto con una manta blanca en el pasillo del hospital de Essalud, esperando su turno para ser trasladado a un piso del nosocomio, Jesús Ccapatinta Rayme (42) no se saca las gafas negras que protegen sus ojos por indicación médica y para que sus tres hijos no lo vean llorar. Sin embargo, accede a hablar con Perú21 unos instantes para contarnos que hace tres años expone su vida en diversas minas informales del país. "Así sustento a mi familia. Gano unos mil 500 soles al mes metiéndome a los socavones. No sé hacer otra cosa. Todos los que han ingresado a la mina Cabeza de Negro saben quién nos contrató. Lo que pasa es que seguro no dicen nada porque tienen miedo de que no les paguen lo que les deben. Al menos, ese es mi caso", afirma.

Julio César Huaita (42), otro de los mineros rescatados, también se mostró hermético para hablar del tema. "De eso prefiero no decir nada. Yo solo fui a sacar mineral, nada más", señaló esquivando la entrevista.

Por ello, no sorprende que la ministra de la Mujer, Ana Jara, haya invocado a los mineros a que se formalicen y, así, se evite sucesos como el ocurrido. "En 1992 fallecieron sepultados nueve mineros en una mina que se ubica entre Arequipa y Nasca, y no se pudo hacer nada. No hay que permitir que hechos como estos se sigan repitiendo", precisó.

En tanto, el presidente regional de Ica, Alonso Navarro, informó que se investiga la situación legal de la mina Cabeza de Negro, con el fin de aclarar bajó qué régimen de explotación se encontraba. Con ello, explicó, se busca establecer responsabilidades. La autoridad no descartó su clausura definitiva. Según indicó, se maneja la información de que la mina fue entregada a un concesionario, pero que este la abandonó años atrás y, luego, fue ocupada por gente informal.