La violencia puede inmiscuirse en cualquier ámbito. No conoce de clases sociales, religiones, países, ni de públicos, y el mundo ‘gamer’ tampoco es ajeno a esta lacra social. Este caso es un buen ejemplo de que la violencia no solo queda atrapada en alguna consola de Play Station.
Cuando hablamos de videojuegos, las jóvenes peruanas no cuentan con una presencia fuerte o de alguien del género femenino que se abra paso en este medio, en su mayoría, ‘¿comandado?’ por varones.
De hecho, en mayo de este año, se evidenció que el 76% de hombres peruanos se consideran ‘gamers’ a diferencia del 22% de las mujeres. Estas cifras fueron proporcionadas por una investigación realizada por estudio de GFK y la Asociación Peruana de Deportes Electrónicos y Videojuegos (APDEV).
A propósito de ello, un caso reciente de agresión contra una chica que se dedica a generar contenido relacionado al Dota 2, ha generado indignación. Se trata de Shirley Ceica, una joven aficionada a aquel popular videojuego.
Por un error técnico en las herramientas de ‘streaming’ de Facebook, se evidenció que ella era insultada y hasta agredida físicamente por su pareja Dennis Salazar otro ‘gamer’ que también se dedica a realizar transmisiones en vivo mientras juega Dota 2.
Ceica no es nueva en este rubro. De acuerdo con lo que especifica en la información de su página de Facebook, ella se inmiscuyó en el mundo de los juegos online desde 2013 porque trabajó en un Lan Center.
Contagiada por el furor del videojuego, se creó una cuenta en Dota, sin embargo, dejó de jugar en 2017. Incluso, participó en torneos nacionales porque su afición era esa. Dos años después, decidió retomar su pasatiempo, pero desde otro ángulo.
Recién, en noviembre de este año, decidió hacer ‘streamings’ de ella mientras derrotaba a sus rivales en Dota 2. Es decir, se dedicó a hacer lo mismo que su pareja, Dennis Salazar, ya conocido en este rubro.
Él, luego de las acusaciones que le cayeron por lanzarle insultos y alzarle la mano a Shirley, no se ha pronunciado, a diferencia de ella que sí lo hizo. La joven explicó su comportamiento y pidió disculpas. No obstante, a las pocas horas borró la publicación de sus redes sociales.
Sea cual fuese el trasfondo de este incidente ocurrido en las transmisiones en vivo de Facebook, no se debe normalizar estas actitudes en las cuales se aprecia que una mujer es vulnerada.
Dentro de los aspectos positivos que trae consigo estos videojuegos es que cuentan con un público joven y amplio. Esta ventaja puede ser utilizada para incentivar la lucha contra la violencia hacia la mujer y hacer que más personas se sumen a esta causa.