Salud.21: Cálculos renales crecen en verano

Los cálculos renales son pequeños depósitos duros de sales ácidas y minerales que se forman cuando la orina se concentra porque el cuerpo no cuenta con suficiente líquido. Normalmente el organismo filtra estos minerales y los expulsa del cuerpo, pero en ciertos casos, los sedimentos se acumulan en las vías urinarias y forman una especie de ‘piedras’.

Aunque algunos pacientes no se dan cuenta de estas formaciones, en ciertos casos los sedimentos pueden causar obstrucción de la vía urinaria y, al ser evacuados junto con la orina, producir un profundo dolor.

“El dolor es como un cólico muy intenso en la región lumbar que incapacita a la persona y puede extenderse a la región genital”, explicó el urólogo de la clínica Urozen Daniel Galarreta.

El especialista señaló que, aunque hay varios factores que pueden contribuir a estas formaciones, como la herencia, la anatomía de la persona o las enfermedades metabólicas y hormonales, las causas más recurrentes son la falta de líquido, el clima cálido y la actividad en lugares muy calurosos, pues todo apunta a la deshidratación de la persona.

Galarreta advirtió que en el verano la posibilidad de que se formen estos cálculos aumenta por la pérdida de líquido ante las altas temperaturas, la humedad y la escasa hidratación, que produce un desequilibrio entre la cantidad de líquido que se ingiere y que se pierde.

El especialista refirió que el tamaño de los cálculos es variable, pues puede ser como un grano de arena, una pelota de golf u ocupar toda la cavidad renal. “En estos casos no solo causa cólicos o dolores intensos, sino infecciones constantes y sangre en la orina porque el cálculo rompe las paredes del endotelio, y puede llegar a dañar completamente el riñón”, advirtió.

El especialista indicó que los cálculos renales son más comunes de lo que se piensa. Se estima que más del 13% de los hombres y el 7% de las mujeres pueden presentar este problema alguna vez en su vida. Además, dijo que cuando se ha tenido un cálculo, las probabilidades de tener otro son muy altas. “Por ello, es muy importante detectar y corregir la causa de su formación, y prevenir su aparición haciéndose cada año una ecografía de los riñones y vías urinarias para descartar algún mal”, anotó el urólogo.