El término doomscrolling toma vigencia a partir de los acontecimientos en los últimos años producto de la pandemia y el estado de emergencia declarado en los países. “La incertidumbre por la poca información que se tuvo en los primeros meses y la exposición en exceso de noticias negativas y falsas han permitido diferenciarla como un problema de salud mental”, explica el psicólogo Alex Gonzales Asencio, coordinador académico de Psicología de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).
Es un tipo particular de adicción a Internet, añade. “Los hallazgos en estudios recientes indican una relación importante en el consumo de noticias negativas con el aumento de los niveles de ansiedad, estrés y depresión. Por lo tanto, de continuar con este hábito, será importante buscar apoyo profesional”, precisa.
¿Este hábito se establece a una determinada edad?, preguntamos. “Los estudios actuales se encuentren enfocados en conocer los efectos de este hábito en la población adulta. Por lo tanto, aún es pronto para especificar una edad de inicio”, subraya.
Señala que, actualmente, los estudios sobre doomscrolling no se encuentran dirigidos a la población infantil, por lo que no se podría afirmar ni negar si el efecto es similar o diferenciado al del adulto.