Es común escuchar frases como “¡Dale un beso a tu tío!” o “No seas grosero, saluda con beso”; que derivan a acciones que se perciben simples, como dar un beso en la mejilla o recibir a alguien con un abrazo, estos son comportamientos asociados a la educación en un contexto social. No obstante, este gesto genuino de forzar el contacto físico cuando el niño no lo desea, puede tener consecuencias negativas.