Los ácidos grasos omega-3 son esenciales porque aumentan considerablemente el tiempo de coagulación de la sangre. Esto explicaría por qué en comunidades que consumen alimentos con omega-3 (pescado, el huevo y algunos productos lácteos) la incidencia de enfermedades cardiovasculares es baja.
Un estudio realizado por la Universidad de Grecia asegura que el omega-3 puede ayudar a reducir el daño del tabaco en el organismo.
Durante cuatro semanas de investigación, se observó el efecto de un tratamiento oral con dos gramos diarios de ácidos grasos omega-3 sobre la pared arterial de los fumadores. Los resultados de la dieta, al menos a corto plazo, mejoraba la rigidez arterial y reducía en parte los daños que el tabaco producía en la pared vascular.
Según Gerasimos Siasos, responsable del estudio, el efecto saludable del omega-3 parece estar causado por una sinergia entre diferentes mecanismos antiinflamatorios y antiateroescleróticos.