Redacción PERÚ21

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El último grito en ocio y baile en se hace llamar 'Daybreaker', que consiste en irse de fiesta entre las 7 y 9 de la mañana, antes de entrar a trabajar.

Sin una gota de alcohol, con un buen DJ o el apoyo de una banda en vivo y la opción de tomar una clase de yoga entre las 6 y 7 am., los emprendedores Matthew Brimer y Radha Agraval diseñaron el 'Daybreaker' como "la mejor mañana posible", según declararon a la agencia Efe.

En los últimos meses se realizaron dos 'Daybreaker', que convocaron a más de 400 personas en distintos locales de Nueva York. La última fue en el cotizado Meatpacking District, donde mientras los camiones hacen las labores de carga y descarga, cientos de jóvenes bajan a un sótano donde desafían las convenciones del buen despertar.

"Estábamos un poco frustrados con la noche neoyorquina tradicional y por eso decidimos crear una noche diferente con el 'Daybreaker'", aseguró Matthew Brimer.

Y así, la idea de 'Daybreaker' "surgió casi como un proyecto artístico o un experimento sociológico" en Nueva York de dos personas que, como los demás, también tienen sus trabajos cuando se acaba la fiesta.

Este experimento, que de momento se realiza cada dos semanas en Nueva York, salió bien y encontró un nicho de ocio hasta ahora inexplorado con eco en varias ciudades de Estados Unidos, como San Francisco o Atlanta, y en el extranjero, de Londres a Tokio, pasando por Río de Janeiro y Bombay.

Aunque coincida en las horas, no tiene nada que ver con un típico "afterhours" en el que desembocan los residuos de las noches locas, tampoco es tan tranquilo como ese "afterwork" al terminar la jornada laboral. ¿Un "prehours"? ¿Un "prework"? Quizá se parezca más a esas sesiones con DJ a la hora de comer que despuntaron el año pasado.

En cualquier caso, y a diferencia de otra propuesta similar, la de "Morning Gloryville", más espiritual y diurna, esto es una fiesta auténtica que, según los asistentes, no se riñe con el rendimiento profesional en Nueva York.

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