La dueña de Matria, y la mejor chef mujer en los premios Summum considera que 2018 ha sido un año de aperturas, en el que la tendencia ha cambiado: los menús son más cortos y los cocineros tienen más conciencia, pues respetan las vedas y la historia. Al mismo tiempo, los clientes están valorando la experiencia. Poco a poco.
Para Arlette Eulert, siempre habrá un saldo pendiente sobre la presencia de las mujeres en la gastronomía peruana: “Se ha dado que los hombres son los que han estado más en los restaurantes, pero también es verdad que el trabajo ahí es más fuerte. No significa que las mujeres sean menos o no puedan, sino que también se da que en algún momento de la vida, no solo en la cocina sino también en otras carreras, las mujeres deciden tener hijos y quedarse en casa. Pero tienes ejemplos de mujeres cocineras con hijos y siguen cocinando. Hemos crecido en hogares machistas, donde el hombre se queda sentado y la mujer sirve, pero este pensamiento ha ido evolucionando con el tiempo”.
Eulert espera que la cocina peruana se descentralice, que se valoren los insumos y a los agricultores y pescadores que son parte de la cadena.