En invierno la sensación de sed disminuye en comparación a la del verano, aun así se recomienda tomar la misma cantidad de agua que el resto del año, esto para prevenir la deshidratación, así lo asegura Claudia Díaz, nutricionista del del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción.
La especialista explica que es fundamental que una persona adulta beba entre 1.5 y 2 litros de agua al día, sin importar la estación del año.
“Esta buena práctica ayudará a mantener la hidratación corporal, ya que nuestro cuerpo continua cumpliendo funciones importantes para sus actividades metabólicas, así como regular la temperatura corporal”.
Díaz señala que el agua es el componente más abundante en el cuerpo humano y sirve para eliminar los desechos, lubricar las articulaciones, prevenir el estreñimiento y oxigenar el cerebro, entre otros beneficios.
“Un error que muchas personas cometen es tomar agua solo cuando les da sed cuando debería ser una práctica constante durante el día”.
Respecto a si podemos reemplazar el consumo de agua pura por otras, recomienda optar por jugos de frutas naturales, leche, té de hierbas, sopas caseras y yogures, y evitar bebidas azucaradas y carbonatadas, además del alcohol.