El gobernador regional de Ayacucho y waiki de Dina Boluarte amasó su fortuna con los tragamonedas antes de incursionar en la política, siendo involucrado en temas de corrupción.
El gobernador regional de Ayacucho y waiki de Dina Boluarte amasó su fortuna con los tragamonedas antes de incursionar en la política, siendo involucrado en temas de corrupción.

, amigo de la presidenta , quien según su versión le “prestó” un Rolex que la involucró en un lio político que llevó a que la Fiscalía rompa la puerta de la vivienda de la mandataria, ha amasado una gran fortuna con los casinos y tragamonedas antes de ser gobernador regional de Ayacucho, que lo ha involucrado en temas de corrupción.

Y es que el waiki de la mandataria ha sido, en algún momento, fundador, gerente o administrador de varios casinos de Lima Cercado y Lima Norte que forman Oscorima Corporación, un imperio empresarial de juegos de azar que inició un 25 de julio de 1997, según una investigación del programa Cuarto Poder.

Diversiones y Salones Musicales S.A. la conformó, en un primer momento, un desconocido Wilfredo Oscorima con un 90% de las acciones. Esto ha sido hace 27 años, cuando los Rolex aún no revestían sus muñecas. Esta fue la primera piedra del imperio del amigo de Boluarte, que con los años lo llevó a gerenciar empresas como Constructora Wong G & O, inversiones Palace, Royal Garden, Sun inversiones y Wari inversiones.

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Esto, años después, lo catapultan a la política, donde no fue ajeno a los escándalos por corrupción, tal como marca su historial. Oscorima ha admitido que lo han investigado por delitos como lavado de activos y enriquecimiento ilícito, pero que no le han encontrado absolutamente nada a pesar que “le sacaron los pantalones”.

Y es que su primera aparición en el escenario político surge en 2010, cuando el hombre de los casinos imponentes hace una campaña electoral en Ayacucho nunca antes vista, que lo lleva a ser presidente regional con el partido de César Acuña, Alianza Para el Progreso.

En 2014 busca nuevamente ocupar el cargo, ganando la elección ya no como parte de APP, sino como candidato del Movimiento Regional ARA, mandato que no logra terminar, pues pesó en su contra una sentencia por colusión agravada.

El azar lo dejó de acompañar en 2015, cuando fue sentenciado a 5 años de cárcel por delitos como negociación incompatible, malversación de fondos y omisión de funciones por un caso de compras irregulares en su primera gestión en el gobierno regional de Ayacucho, pasando así a la clandestinidad. Así es, el waiki de Boluarte fue un prófugo de la justicia.

Esto no quedó ahí, pues tiempo después un consejero regional denunció que Oscorima, desde las sombras, intentaba manejar la región mediante intermediarios, ofreciendo dinero a cambio de un voto para que uno de sus conocidos sea el siguiente gobernador de su región, Rubén Loayza. Fue capturado cuando se ofrecía 50 mil soles por su paradero, él ofreció el doble para que lo dejaran ir, según la versión del personal policial.


Otro caso curioso

En este segundo mandato destaca la figura de una persona que se volvió muy cercana a Oscorima, según el informe del dominical. Se trata de Susan Montes Tuppia, quien fungió como asistente de la oficina de comunicaciones del GORE Ayacucho, pero que con el tiempo se volvió una alta funcionaria.

Montes era responsable de difundir la agenda de Oscorima como gobernador regional, pero después este la nombra como directora del Programa Sectorial III de la Gerencia de Desarrollo Social, para luego ser gerente regional de Desarrollo Social.

Tras concluir sus funciones en el gobierno regional, pasó a ser gerente general y representantes legal de al menos dos empresas de Oscorima: Sun Inversiones y Wari Inversiones.


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