[VIDEO] El traje de Castillo: No es por identidad andina sino por afán político

Cuando el presidente Pedro Castillo juró como mandatario el 28 de julio, la mayoría de los peruanos que seguían el evento por la televisión pensaron que vestía un clásico terno cajamarquino. El atuendo oscuro, acorde a la fría e invernal mañana limeña, había sido adaptado con algunos elementos andinos, pero pronto el público fue descubriendo que el presidente del Perú llevaba puesto un liki liki, un traje típico del llano venezolano.

La cultura peruana ofrece un abanico de prendas originales y mestizas. Para representar nuestro mundo andino los peruanos hemos recurrido siempre al color. ¿Por qué entonces el presidente Castillo prefiere usar como uniforme una lóbrega indumentaria llanera?

Desde su juramentación, en la mayoría de los eventos oficiales a los que asiste, Castillo se aparece ataviado con un liki liki, el mismo traje que usa Nicolás Maduro y, que en sus tiempos usó en Bolivia Evo Morales. El 30 de agosto, en la misa de celebración por el día de Santa Rosa de Lima y de la Policía Nacional, el presidente se apareció luciendo el mismo atuendo. ¿Qué quiere decir?

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El antropólogo y sociólogo Jorge Yamamoto analiza el significado de esta vestimenta: “No es subliminal, yo diría que es más bien algo muy explícito; las acciones concretas del presidente están apuntando a reflejar el socialismo extremo que profesa. Está el tema de la política exterior, de la designación de ministros importantes relacionados con el socialismo extremo y armado. Entonces, su vestimenta buscar reflejar lo que él piensa, la ideología que tiene”, dice Yamamoto. Y explica: “Un surfero va a buscar ropa que refleje su identidad de surfero, un bohemio barranquino igual, y un socialista va a hacer lo propio y así estará reafirmando con sus acciones el perfil que tiene y quiere transmitir”, afirma.

Yamamoto sostiene, además, que la decisión de Castillo de nombrar como canciller, en un primer momento, al exguerrillero y comunista Héctor Béjar, “una persona que dijo que el terrorismo fue un invento de la CIA en complicidad con la Marina de Guerra del Perú” fue también una manera de reafirmar lo que él piensa y en lo que él cree.

Con todo ello, dice el antropólogo: “Esa vestimenta es coherente. Es coherente, con sus primeros días de gobierno, con sus primeras decisiones. Su ropa es un mensaje ideológico”, dice.

Queda claro entonces que la vestimenta que ha elegido el presidente Castillo no tiene un significado cultural, al contrario, tiene un significado político. Lamentablemente, lo que el presidente del Perú reivindica con su traje venezolano es su ideología marxista y no su origen andino.

Se entiende ahora cómo, a pesar de la extraordinaria variedad de prendas de nuestra cultura andina, antes que un traje que reivindique su origen campesino el actual presidente del Perú prefiera usar un terno que lo asemeja a dictadores como Maduro.

Lamentable porque de los trajes elegantes y representativos de las distintas regiones del Perú, muchos de ellos han pasado de generación en generación, se usan a lo largo del país y distinguen a los más respetados ciudadanos.

Un ejemplo está en la comunidad de Chopcca asentada en Huancavelica y Patrimonio Cultural de la Nación. Su organización ancestral y su vestimenta tienen características muy particulares; sobre un fondo negro de bayeta los varones se adornan con cinturones coloridos, cintas en el cuello, brazos y piernas, tejidas con pallay en la superficie de la prenda. Estos trajes no solo se usan en las fiestas, sino en buena parte de la vida cotidiana.

En el altiplano, en Puno, en medio del lago Titicaca, ocurre lo mismo: la majestuosidad de los trajes de la isla de Taquile, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, también llama la atención. El arte taquile es uno de los más reconocidos y su vestimenta representa una identidad. Los hombres usan el chullo de punto con ojeras. Llevan un cinturón en el que se representan los ciclos agrícolas y los rituales. Este es un elemento fundamental y se usa encima de un pantalón negro y una camisa blanca, con un pequeño chaleco. En las fiestas esta es una vestimenta infaltable. Todos los varones taquiles sacan a relucir los colores de sus trajes representativos con mucho orgullo.

En Cajamarca, los ronderos también tienen lo suyo. Para Valentín Sánchez, actualmente presidente de la Confederación de las Rondas Campesinas, la vestimenta ha perdurado con los años. “Los atuendos típicos en Cajamarca son una tradición: usamos chaleco para nuestra identificación, un sombrero para el verano. Pero en invierno, se usa un poncho clásico y unas botas; esa es la vestimenta típica del rondero en Cajamarca. Esta vestimenta no ha variado nada”, comenta.

Los símbolos son parte de las ideologías más extremas. La vestimenta es parte de esa simbología. Estemos atentos.

TENGA EN CUENTA

• Pese a las críticas generadas, el 30 de agosto, el día de la Policía Nacional, Pedro Castillo volvió a usar el traje venezolano que usa Nicolás Maduro. Congresistas y excongresista alzaron su voz, pero en Palacio de Gobierno: no se oye, padre.
• Es muy usual que en la vestimenta andina los hombres usen sombreros con unas franjas especiales llamadas “centillo”, que se adornan con formas geométricas y figuras de animales grabados. Sin embargo, este tampoco es un accesorio que el presidente Castillo guste lucir. De protesta nuevamente.