PPK: La vida después de la luna de miel. (Renzo Salazar)
PPK: La vida después de la luna de miel. (Renzo Salazar)

Redacción PERÚ21

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Este es un informe especial del grupo de análisis político .

Con base en lo que su gestión ha mostrado hasta hoy y la experiencia comparada con los tres gobiernos previos, el presidente tiene un poco de cada uno de sus antecesores inmediatos. Aquí esbozamos tres escenarios posibles.

El camino más inestable que PPK podría transitar. La aprobación de Toledo cayó a un ritmo acelerado: en su séptimo mes, había bajado 31 puntos porcentuales, de 59% a 28%. La conflictividad social lo consumió. El régimen tambaleó, pero no cayó porque la oposición (el Apra) no controlaba el Congreso ni la calle. Fue un equilibrio de baja intensidad: débil gobierno y débil oposición.

El deterioro acelerado: PPK es Toledo

Hay aspectos comunes en ambas gestiones: presidentes que apelan al (dudoso) carisma propio, Ejecutivos compuestos por tecnócratas calificados, enfrentamiento con duros opositores en el Parlamento (Apra y el fujimorismo) y ausencia (o apatía) de operadores políticos.

Los partidos que acompañaron las gestiones de Toledo y PPK comparten una debilidad orgánica, más grave en el caso del actual partido de gobierno. Recordemos que Toledo en el 2001 venía de liderar una intensa movilización social.

La senda más amable que podría recorrer PPK: un lento desgaste de la popularidad, aunque nunca por debajo del 19%. El gobierno de García capitalizó el optimismo de las clases medias y altas, y puso la tecnocracia al servicio de las metas económicas.

El desgaste paulatino: PPK emula a García

Sin embargo, fue muy desprolijo en el manejo de escándalos (los 'faenones' de los 'petroaudios') y de conflictos sociales ('Baguazo').

Para replicar a García, PPK requiere incorporar operadores políticos –capaces de conectar la demanda social con la gestión pública– a todo nivel. Necesita, además, otorgar más peso a los gestores del diálogo social (¿Vizcarra como responsable político de la ONDS?) y hacer eficientes las iniciativas anticorrupción. Acuerdos puntuales con partidos con mayor capacidad de operación política – ¿Apra? – podrían ayudar a cubrir el déficit político del gobierno.

La polarización de los 'antis': PPK se convierte en Humala

El rumbo más arriesgado que podría seguir PPK. Al promediar la aprobación mensual de los últimos presidentes, Humala (34%) supera ligeramente a García (33.5%). Pero con Humala hubo escenarios extremos: hasta el segundo año, rozó el 50% de aprobación, mientras que en el último año acarició el 10%. Al inicio, el enfrentamiento con fujimoristas y apristas le dio réditos políticos a Humala, que capitalizó así los 'antis' más importantes de la política peruana. Pero el desgaste natural lo debilitó sustantivamente, lo cual fue cobrado por sus rivales en el último año de gobierno.

Ante la falta de apoyo propio, PPK podría buscar un soporte popular capitalizando las animadversiones que despiertan Humala y los fujimoristas. En esta polarización, PPK achacaría la responsabilidad del desgobierno a la administración antecesora y a los obstáculos del Legislativo.

La estrategia podría dar réditos si se cuenta con "escuderos" capaces de lidiar con los contragolpes de los ministros de Humala y el asedio fujimorista. Como se ve, se requeriría de altos niveles de audacia política para llevar el control de la disputa mientras se gobierna el país.

Cifras

  • -31%. Hacia su séptimo mes de gobierno, Toledo pasó de 59% a 28% de aprobación, el deterioro más serio.
  • 19%. La aprobación de García nunca bajó de este umbral, lo que –comparativamente– le dio cierta estabilidad a su gestión.

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