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[Perfiles21] Eliana Revollar: “Para nosotros, el pronóstico es reservado”
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Didáctica, tranquila y amiguera. Así se describe quien desde el 30 de abril ocupa el puesto más importante de la Defensoría del Pueblo, en espera de la entrega del cargo al nuevo titular. Nació en Huamanga, cuando aún era una bonita ciudad colonial y no la cuna del terrorismo. Sin embargo, cursó los estudios universitarios en medio del terror, con panfletos que repartían sobre sus cuadernos durante las clases y viendo desaparecer no solo a sus compañeros, sino también a sus maestros. “No sabíamos si despertaríamos vivos, eran tiempos muy duros. A un profesor, que era muy crítico con Sendero, por ejemplo, lo asesinaron un fin de año con un letrero de “así mueren los soplones” y, como yo estaba llevando Medicina Legal, tuve que asistir a su autopsia junto a la de su pequeña hija. Sus cuerpos estaban destrozados”, recuerda para luego decir que a la crisis política actual se le suma un problema de décadas. “Que no se hacen los esfuerzos por resolver los temas más estructurales de nuestro país. No olvidemos que Sendero Luminoso nace en un momento en que la gente tomó esas banderas, convencidos de que iba a haber un cambio a partir de esa revolución”, explica.
Los Añaños
Eliana Revollar Añaños es “prima de los de Kola Real”. Así lo cuenta cuando recuerda su infancia en la provincia de San Miguel, donde vivió hasta sus siete años con ellos. Luego falleció el abuelo, se mudó a Huamanga con sus padres y sus dos hermanas y los primos viajaron a Lima. Como era la menor de la casa, le hicieron creer siempre que ganaba en todas las competencias hasta que un día su madre la trajo a la realidad diciéndole que siempre la hacían ganar, pero que eso no seguiría siendo así porque “los juegos los gana el mejor”. Desde allí llamaba a su mamá cuando jugaban, para que compruebe que ella también podía triunfar sin trampas. Creció así una niña muy competitiva, la primera en la escuela, la primera en la carrera de Derecho y simultáneamente la primera en la carrera de Educación. “Solo fui la segunda un tiempo en el colegio cuando me enfrenté a un profesor por el curso de Religión”, asegura riendo.
Estudiosa y trabajadora
Cuenta Revollar que era la que siempre hacía la tarea para todos. De alguna forma, la que empujaba a los grupos de trabajo que integraba, para sacar la mejor calificación. Era ella la que exponía la mayoría de las veces. Muy buena estudiante, aunque sin descuidar las amistades, asegura. “Era amiguera y tranquila, tengo cinco amigas inolvidables, pero ahora no puedo viajar con ellas porque me he alejado un poco, de las redes y de todo. Cada quien tiene sus opiniones y por el trabajo me toca estar lejos”, afirma. Cuando terminó Derecho y Educación, en la universidad San Cristóbal, fue asesora en la Municipalidad de Huamanga hasta que supo que se abriría la oficina de la Defensoría en la ciudad. “El Poder Judicial me parecía que no era para mí, así que, cuando llegó la Defensoría del Pueblo, la segunda sede descentralizada luego de la de Arequipa, dije que eso me interesaba”. Era 1997 y en Ayacucho había un comando político militar. “Jorge Santisteban de Noriega me dejó una estela de compromiso enorme… cuando recibí una amenaza de muerte contra mi hija de 4 años, él dispuso que me pongan seguridad del Estado, incluso efectivos en mi casa”, recuerda.
Defensora
Se califica así: defensora. Desde 1997 ha trabajado en la institución. Asegura que su batalla es por la igualdad, la tolerancia y el respeto. “Siempre digo que si solo respetáramos el artículo uno de la Constitución, no tendríamos que preocuparnos más porque la estructura del Estado funcione”. Para Revollar, la discriminación es un mal nacional y la pobreza es un tema de derechos humanos y, por ello, la lucha, independientemente de la línea política que se tenga, se debe siempre dar por la dignidad de esas personas. En la misma línea opina sobre la crisis política. “Yo no podría decir que se vaya el presidente o que se vaya el Congreso. Hay que recordar que ambos han sido elegidos por cinco años y eso se debe respetar. La única salida es que se sienten a dialogar y que, si eso no es posible para la Defensoría, el pronóstico es reservado”, concluye.
Chispazos
¿La Defensoría, ante la OEA, responsabilizó por la crisis al Ejecutivo o al Legislativo?
1. El uso excesivo por ambos lados de las herramientas constitucionales. Allí nos pasa la factura no haber tenido reformas constitucionales.
2. Que hay un debilitamiento de las instituciones. Cómo se ha atacado al sistema electoral, cómo se ha dado el proceso de elección de la cabeza de la Defensoría y cómo también la propia elección de los miembros del TC.
3. El debilitamiento de la lucha contra la corrupción. Ha habido un incremento de medidas, pero también un incremento de casos de corrupción. Todo eso no ha ido de la mano del accionar de los funcionarios de alto nivel. Las herramientas no están siendo eficaces.
4. Falta de voluntad del diálogo.
5. Cómo todo esto impacta en los derechos ciudadanos y en las políticas públicas. La canasta familiar, el retraso en la vacunación, los esquemas para la educación, hay emergencia por la inseguridad, la gente se está volviendo más pobre y más.
¿Empate entonces?Lo que hemos señalado es que hay un empate entre ambos porque no tienen la voluntad de dialogar en favor del interés en general. Algo que por ahora soporta el país, porque las cifras macroeconómicas nos están manteniendo, pero sin eso este país se va a hundir.
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