AMENAZADO. Confiesa que nunca, en sus 34 años de servicio, ha enfrentado advertencias como las de ahora. (Foto: Javier Zapata)
AMENAZADO. Confiesa que nunca, en sus 34 años de servicio, ha enfrentado advertencias como las de ahora. (Foto: Javier Zapata)

Descuartizamientos, desapariciones, extorsiones, secuestros y asesinatos a sangre fría, son cosa de todos los días para Víctor Revoredo, quien a los 13 años ya sabía que quería servir a la patria.

La conversación transcurre con cierta tensión. De hecho no hay espacio ni para una sonrisa, y es que el tema es serio y preocupante: el coronel PNP ha sido amenazado de muerte por el Tren de Aragua que ofrece hasta 40 mil dólares por su cabeza. Esta megabanda criminal venezolana, que recién fue conocida en Perú en el año 2019, pero que ha ganado fuerza y territorio rápidamente, tiene en la mira a Revoredo, quien es jefe de la Brigada especial contra la criminalidad extranjera, migración y crimen.

El coronel confiesa que nunca, en sus 34 años de servicio, ha enfrentado advertencias como las de ahora: “Son organizaciones sumamente sanguinarias, con criminales irrecuperables que están acostumbrados a las zonas liberadas en su país”, comenta.

FAMILIA

Gracias a su paso por el colegio militar Pedro Ruiz Gallo de Piura, germinó la semilla de servir a la patria y echar mano a la Policía.

Su padre era cabo en la Guardia Civil y Víctor Revoredo, desde pequeño, sabía incluso que más allá de la prevención había espacio para investigar los delitos. No perdió el tiempo. Ni bien terminó la secundaria viajó a Lima para prepararse en la escuela de oficiales.

“Desde ese entonces estamos aquí en la lucha. Tengo la misión de, hasta donde me lleve la vida, trabajar por ser un digno policía”, dice con firmeza y compromiso. Lo comenta así a pesar de la familia que ha formado y de las amenazas que ha recibido.

“Ya tenemos cuatro meses con seguridad del Estado y bueno, cuando tocan a la familia es algo difícil, pero estamos fortalecidos y ellos saben que pase lo que pase, tal vez tendrán que llevarme una rosa, pero para atrás, nunca”.

CAUTIVO

Lo cierto es que Víctor Revoredo se siente divinamente protegido. Si en alguien confía este experto en criminalidad para sentirse a salvo, es en el Señor Cautivo de Ayabaca.

“Mejor que cualquier chaleco antibalas, es esta imagen”, dice sacando una estampita que lleva entre la ropa a la altura del pecho. Le llama su líder, su motivación y su día a día. Cuenta que su madre, desde que era muy pequeño, le inculcó una devoción absoluta yendo a la serranía de Piura, incluso en camión, para verlo y rendirle culto.

Confiesa que no sabe explicarlo: “Créame, es difícil y no quiero convencer a nadie, pero me han sucedido cosas que solamente él sabe por qué me las ha dado”.

Según cuenta, son incontables las veces donde ha logrado capturar sujetos imposibles, “Cautivito es detective”, dice sin dudar. Y mientras va mencionando los casos más complicados que ha afrontado en los últimos tiempos, con sujetos como ‘Satanás’, ‘’Mamut’, José Luis Rodríguez —conocido como ‘Mamera’— o el ‘Maldito Cris’ y su novia Wanda, asegura que “con Cautivo van a pasar a ser parte de la historia”.

ORDEN EN LA REGIÓN

Las imágenes de terror de un grupo armado que dice llamarse Los Gallegos encendieron hace unos días, aún más, las alarmas de la inseguridad en nuestro país. En ese video se anunciaba una guerra sin cuartel en un distrito céntrico de la capital, entre venezolanos y peruanos, pues a estas alturas, la criminalidad y el sicariato son una problemática regional. Revoredo explica que existe buena comunicación y estrategia con distintas autoridades de Centroamérica y Sudamérica, principalmente con Venezuela y, sin embargo, el mayor problema está dentro de casa.

“Claro que hay que articular y todos trabajar al mismo ritmo. Y sí, faltan cosas, pero hay que poner el brazo fuerte para salir adelante”. El coronel es optimista a pesar de la realidad. “Para mí hay otros 62 grupos. Uno de ellos es Los Gallegos, pero todos son el Tren de Aragua: no hay ninguna acción criminal, tanto en Venezuela como acá, que no esté avalada por el Tren de Aragua”, comenta. Aun así, al final de la entrevista dice esperanzado: “Usted algún día verá esto como parte del pasado. Estamos luchando contra todo”.

Chispazos

¿Cuándo toma conocimiento del Tren de Aragua?

En 2019, con la aparición de dos cuerpos seccionados. Los cuerpos tenían unos cortes que parecían de cirujanos, entonces, yo le envío las fotos a nuestro par de homicidios en Venezuela y este me dice, “tengan cuidado que ya llegó el picadillo, ya llegó el Tren”.

¿Era la primera vez que escuchaba sobre ellos?

Ahí nos envían la información, nos hablan del ‘Niño Guerrero’ y la Policía Nacional del Perú es la que más información ha dado de vuelta.

¿Cuántos integrantes del Tren de Aragua hay en el Perú?

Nosotros acá tenemos, en este momento, algo de tres mil. Mil de esas personas de nacionalidad venezolana están ya recluidas en penales del Perú.

¿En qué ciudades del país operan?

Están ya en Lima, Tumbes, Chiclayo, Trujillo, Arequipa y también en la selva, en la zona de Mazamari.

¿Según sus pares en Venezuela, fuera de Perú cuántas personas componen el Tren de Aragua?

En su momento, hasta el dominio del penal de Tocorón, tenía algo más de 15,000 hombres.

¿Cree que esta situación está bajo control en el Perú?

Nosotros tenemos todavía deudas que saldar con la sociedad, pero puedo decirle que el Tren de Aragua no gana, el Tren no nos va a ganar, doctora.