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Pedro Castillo marchó con senderistas y sirvió a Fuerza Popular
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En medio de la incertidumbre y preocupación provocadas por la pandemia, la extrema izquierda representada por Pedro Castillo viene ganando respaldo a medida que se acercan las elecciones generales. Según la última encuesta de Ipsos, el candidato presidencial de Perú Libre (PL) registra 6% de las preferencias. Resulta, entonces, oportuno recordar quién es Pedro Castillo y cómo construyó su carrera política.
Para empezar, es el candidato del condenado por corrupción Vladimir Cerrón, dueño y líder de PL, que también estuvo en alianza con Nuevo Perú, el movimiento que encabeza la candidata Verónika Mendoza, ahora en Juntos por el Perú.
Castillo es un docente de 51 años, oriundo de Cajamarca que en 2017 encabezó la huelga magisterial del Conare-Sute, una facción del sindicato de maestros vinculada al Movadef, el brazo político de la organización terrorista Sendero Luminoso, creada por el genocida Abimael Guzmán.
Durante las revueltas, el Ministerio del Interior (Mininter) estableció, a partir de seguimientos, fotografías y documentos, la presencia de varios investigados por la Dirección Contra el Terrorismo en las marchas y las incursiones de los huelguistas liderados por Castillo.
La Policía identificó a Dax Medina Flores, excarcelado senderista; y a Oswaldo Esquivel Caicho y Marco Quispe Crispín, militantes del Movadef en las manifestaciones. También demostró que el secretario general del Conare-Sute, Edgar Tello Montes, había suscrito en 2012 un pronunciamiento público en respaldo al Movadef, junto a otros profesores.
Consultada la entonces ministra de Educación, Marilú Martens (ver opina), señaló que cuando ella se reunió con Pedro Castillo para buscar un acuerdo y poner fin a las violentas protestas protagonizadas por su facción sindical, Castillo solo buscaba que el Ministerio reconociera al Conare-Sute como el interlocutor del magisterio.
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El profesor no quería incrementar los salarios de sus colegas, como reclamaba la mayoría que lo acompañaba, ni pretendía aportar propuestas para mejorar el magisterio. Tenía, al contrario, claras intenciones políticas. Castillo quería desplazar al Sutep, el sindicato legítimo del magisterio, e imponer al Conare-Sute como representante de los maestros.
Daniel Alfaro, exministro de Educación, refiere a su vez que “Pedro Castillo quería cambios en la Ley de Carrera Pública Magisterial, pero eran contrarios a las reformas, no quería la meritocracia; no quería hacer una evaluación de desempeño porque aducía que era punitiva, que se buscaba sacar a profesores del magisterio y eso no era así”.
En los momentos más violentos de esa huelga, Castillo y su grupo lograron ingresar al Congreso de la mano del fujimorismo, concretamente del entonces congresista Héctor Becerril. Castillo encontró en esa alianza su propósito de traerse abajo a la ministra de Educación.
Los archivos gráficos registran a Héctor Becerril cediéndole a Castillo espacios en el Parlamento para cuestionar la gestión de Martens. Aquel fue el primer golpe desestabilizador que remeció al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. El oportunismo de Castillo se unió al propósito fujimorista de arrinconar al gabinete Zavala.
Ningún docente destacado olvida el rol que jugó Castillo en el plan desestabilizador que el fujimorismo puso en marcha los meses previos a la salida de PPK. La exministra Flor Pablo le dijo a este diario que “lo que hizo el señor Castillo fue aprovecharse del resentimiento de los maestros y de su preocupación. Hay una manipulación de las necesidades de la gente”.
En agosto de 2020, en plena pandemia, el Sutep, el único sindicato de maestros reconocido por el Ministerio de Educación, advirtió de otra infiltración del Movadef en una sesión que organizó la Comisión de Educación del Congreso.
Se trataba de miembros del Conare-Sute, el grupo de Pedro Castillo. En esa cita se discutió la elaboración de un proyecto de ley para el retiro parcial o total del dinero de la Derrama Magisterial.
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“Esperamos que no se cometa el mismo error que en 2017, cuando representantes del Movadef fueron recibidos por congresistas fujimoristas”, señaló en un comunicado el sindicato de maestros del Perú, en alusión a la violenta huelga de ese año.
Pedro Castillo marchó con senderistas, negoció con Becerril y ahora es la cara de un partido que representa la corrupción en la región Junín. Perú Libre utiliza el ingenuo símbolo de un lápiz para confundir a las personas más sencillas mientras recibe en sus filas a acusados por terrorismo, como el actual candidato al Congreso Guillermo Bermejo.
Marilú Martens, exministra de Educación: “Pedro Castillo llevó a los profesores al vacío”
En la época de la huelga (2017) hubo una multirrepresentación de liderazgo de los docentes, no había una única voz, no tuvieron la capacidad de asumir decisiones. Ese fue el impedimento para llegar a acuerdos con los docentes.
El compromiso del gobierno era llegar a los 2 mil soles como remuneración básica de los docentes, pero a Pedro Castillo no le interesó eso.
El único sindicato de docentes reconocido por el Estado es el Sutep; existe un proceso para ser reconocido como sindicato (el Sute Conare). Castillo vino a imponerse con un objetivo diferente, él quería que el Ministerio de Educación lo reconozca como sindicato. No quería mejorar la remuneración de los maestros; tampoco la infraestructura de las escuelas.
Castillo llevó a los profesores al vacío porque no tenía un pedido que representara a su sector, él no comunicaba a los docentes nuestras propuestas.
Tenga en cuenta
-En un pronunciamiento de 2018, el Movadef convocó a radicalizar las marchas a través del Sute y expresaba su respaldo a Pedro Castillo.
-”El partido seguirá dando apoyo económico para Pedro Castillo y la huelga, pero se debe pedir a cada Sute regional que dé una cuota para evitar que denuncien que el partido financia todo”, se lee en un pronunciamiento.
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