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[La muerte del genocida] Recuerdos de la caída de Abimael Guzmán
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La noticia que llegó a el salvador
Gino Costa// Exministro del Interior y excongresista
En 1992, cuando Abimael Guzmán fue capturado, yo trabajaba en las Naciones Unidas en El Salvador. Recibí la noticia por parte de mis familiares y amigos, y con alegría la compartí porque por fin el responsable de atroces crímenes estaba en manos de la Policía y pronto sería sometido a la justicia y fue gracias a eso que se le procesó y condenó a cadena perpetua por los gravísimos crímenes de Sendero Luminoso en las décadas de los 80 y 90.
Mañana (hoy) se cumplen 29 años de aquella captura, motivo para recordar las atrocidades cometidas por Sendero, el daño y dolor que causó porque fueron Abimael y su organización terrorista los principales responsables de la violencia que golpeó al país. Hoy también pienso en las víctimas y sus familiares, todo el Perú sufrió las consecuencias del terrorismo pero ellos fueron los más afectados... El señor Vladimir Cerrón dice que mientras haya desigualdad, la violencia encontrará tierra fértil, esa fue la excusa de Sendero para hacer todo lo que hicieron, y el presidente (Pedro Castillo) tendría que ser tajante en deslindar de él y cualquier persona vinculada al Movadef, que claramente es la fachada de Sendero.
Fue golpe a la cabeza y a los pies de sendero
Michel Azcueta// Docente y exalcalde de Villa El Salvador
Antes de recordar su captura, quiero resaltar mi homenaje a todos los que han muerto por culpa de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso. En 1992, en Villa El Salvador estábamos con amenazas reales, habían matado a María Elena Moyano, y el temor era tan grande que muchos dirigentes y religiosos del distrito no dormíamos en V.E.S. Yo estaba en Miraflores con seguridad y fui de los primeros en enterarme de la captura porque la Policía llamó al personal que me resguardaba y dijo: ‘¡bingo, bingo!’ luego de que se confirmó oficialmente. Como dije en esa época, fue un golpe a la cabeza y a los pies de Sendero, porque sus miembros endiosaban a su líder hasta la locura. Nosotros en V.E.S. vivimos el terror y estuvimos muy solos en Lima hasta que ocurrió el atentado de Tarata. Nuestro lema siempre fue “paz con justicia social” y por eso nos repudiaban, asesinaron a muchas personas inocentes. La captura de Abimael fue el comienzo del fin de SL como fuerza política. Ahora, el gobierno no debería transar con nadie que crea en la violencia y en el terror, porque eso no es democracia. La violencia nunca será la solución a los problemas sociales.
Al pie del cañón
Cecilia Valenzuela// Periodista y directora de Perú21
Era un sábado en la noche, yo estaba recibiendo a un equipo de la BBC de Londres que venía a Lima cuando por radio le avisaron a Gilberto Hume, que nos estaba acompañando, que habían atrapado a Abimael Guzmán. Él salió corriendo hacia la Dircote; los reporteros y yo nos subimos a un auto y empecé a llamar a todo el mundo. Me contestó Alejandro Guerrero de Panamericana y minutos después se confirmó la noticia en Frecuencia Latina.
Saliendo del aeropuerto nos dirigimos inmediatamente hacia la Dircote, que quedaba en la Av. España, armamos una de las cámaras y nos quedamos con otros periodistas y corresponsales en las escaleras de lo que ahora es la Dirincri y como a la medianoche un oficial de la PNP nos dijo que vayamos a descansar porque, más allá de la confirmación, no habría más información... Después de un rato nos fuimos, sabiendo que las posibilidades de convivir y prosperar para el país eran reales.
Abimael Guzmán fue un psicópata que, a partir de la política, desarrolló su enfermedad, mandando a asesinar a miles de personas. Los jóvenes, niños y las nuevas generaciones deben saber quién fue y por qué fue condenado.
El dolor no acaba con la muerte
Diana Jáuregui// Sobreviviente de la masacre de Soras (Ayacucho)
Yo tenía entre 19 y 20 años cuando recibí la noticia de la captura de Guzmán, y lo hice con mucha alegría, llena de pensamientos buenos porque sabía que por fin sería juzgado por sus crímenes. Sin embargo, cuando pienso en la noticia de su fallecimiento, me produce mucha amargura y frustración, porque ha muerto, pero eso no me devuelve a mi padre (Olimpo Mauricio Jáuregui de la Cruz) ni a esas 117 personas asesinadas de la peor manera en Soras. No le devuelve tantos años de retraso a mi pueblo, no nos devuelve nuestra vida truncada, pero lo peor de todo es que aún muerto nos deja una maldita herencia que es el ‘pensamiento Gonzalo’. Eliminar eso es una tarea del Estado, y nuestro señor presidente (Pedro Castillo) no hace ni dice nada para deslindar de ese pensamiento. Esto no es lo que esperábamos las víctimas del terrorismo; al margen de que Abimael esté muerto, nosotros queremos un deslinde total de las personas vinculadas al terrorismo en el Estado. Queremos que nos escuchen; no puede ser que el fundador del Movadef entre a Palacio como si fuera su casa. Dejen de atropellarnos, el dolor no acaba con la muerte de Abimael.
Había caído un enemigo de la sociedad
José Williams// Congresista y exjefe del Comando Conjunto de las FF.AA.
En el año 1992 recibí la noticia con alivio, con la esperanza de que el terrorismo se fuera diluyendo en el tiempo y también con la alegría de que había caído un enemigo de la sociedad que parecía difícil de ser encontrado, capturado y que cada vez iba teniendo más y más seguidores. El día de hoy (ayer), he recibido la noticia de su muerte como un hecho que en algún momento tenía que darse. Esta persona hizo tanto daño al país, creando odio, destrucción y muerte entre miles peruanos y, naturalmente, en algún momento tenía que morir, y lo hizo preso, como debía ser, pero su muerte no va a curar el daño que les hizo a ciudadanos, militares y familias peruanas. Que haya purgado cadena perpetua no devuelve a las víctimas lo que perdieron. Queda la esperanza de que esa ideología criminal se diluya y sea parte de un pasaje triste de nuestra sociedad con la advertencia de que debemos estar vigilantes de que no vayan a intentar renacer, reciclarse, ya que algunos senderistas podrían estar queriendo tomar la posta en este momento. Todo el Perú debe cuidarse, y estar atentos para evitar que se repita esta terrible experiencia.
Pensé: qué hombre más maldito
Vanessa Quiroga// Sobreviviente del atentado Tarata (Miraflores, Lima)
En 1992 yo tenía casi 5 años. Cuando perdí la pierna en el atentado de Tarata, no sabía quién era Abimael Guzmán, no tuve conciencia del terrorismo hasta que fui creciendo y entendí lo que me había pasado. Viví el bullying, la depresión, renegaba mucho de lo que había ocurrido y empecé a odiar a Abimael. Pensé “qué hombre más maldito” cuando supe que lo que me había pasado también lo habían sufrido miles de peruanos y peruanas. No lo he perdonado y no lo haré jamás; podría perdonar a alguien que se metió conmigo, pero esto va más allá. He visto a mi mamá sufrir por tantos años, no solo ella, las miles de víctimas de terrorismo, niños que quedaron huérfanos, padres que perdieron a sus hijos. Hay testimonios desgarradores y es increíble que, aún hoy, mucha gente no conozca esta parte de nuestra historia y, lo que es más grave, que un mandato haya llevado a los terroristas al poder... siento que mi seguridad ha sido mellada. Hay mucha suspicacia en torno a lo que acaba de ocurrir, pero de ninguna manera se deben enaltecer las acciones de Guzmán. Mañana (hoy), estaremos a las 3:00 p.m. en Tarata, por los 29 años de su captura.
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