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La historia poco conocida de los poderosos asesores de Keiko Fujimori

Ana Herz y Pier Figari se convirtieron en los principales consejeros de la lideresa del fujimorismo. Ellos le recomendaron alejarse de la figura de su padre. Ahora, con su detención, complican la situación legal de la política que creció bajo su sombra.

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“Yo no sé qué influencia tan especial ejerce Ana Herz sobre Keiko. Ana Vega es más que su madre, dígame usted”. Esas fueron las palabras que, alguna vez, Alberto Fujimori le dijo a su entonces abogado William Castillo. 
El ex presidente no estaba lejos de la realidad. Herz ocupó la figura materna que Keiko Fujimori había perdido después de la separación de sus padres. En ese afán se convirtió en su protectora. 
La asesora de la lideresa de Fuerza Popular fue detenida el lunes en una manifestación de respaldo a la que acudió vistiendo el hábito morado de quienes veneran al Señor de los Milagros.  
Ana Rosa Herz Garfias de Vega era la primera persona que Keiko veía cuando se levantaba, y la última que se quedaba hasta que se dormía. Encontró en ella a una madre. 
Estuvo en sus momentos más difíciles. Un episodio que marcó este lazo fue cuando Keiko tuvo que abandonar Palacio de Gobierno el 21 de noviembre de 2000, tras la renuncia por fax de su padre. La entonces primera dama abandonó la casa presidencial con una maleta y sus perros en brazos. Unos pasos atrás, Ana Herz la vigilaba. 
Herz veía a Keiko como la próxima presidenta del Perú y la impulsó a tener su propio partido político. Le recomendó por ello desligarse de la figura de su padre. En plena campaña, cada vez que se escuchaba la canción de “El ritmo del Chino”, Herz de inmediato mandaba que la sacaran. Quería que su protegida tuviera su propia personalidad política. 
En 2006, Keiko fue elegida congresista y Herz se convirtió en su principal asesora. En 2014, la designó como secretaria nacional de organización del partido.  
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Herz hacía y deshacía con la agenda de Keiko Fujimori. Decidía con quién se reunía y con quién no. “En la práctica, era la jefa de la bancada de Fuerza Popular”, nos dicen antiguos fujimoristas. Ello generó el rechazo de la facción albertista. Finalmente, sacó a la vieja guardia del fujimorismo: Alejandro Aguinaga, Luisa María Cuculiza y Martha Chávez. 
“Al inicio era buena gente y de perfil bajo, pero el dinero y el poder la cambiaron. Ana se convirtió en una persona dura y soberbia”, relatan. 
“Encapsuló a Keiko y la alejó de personas que discrepaban con ella. Le creó un entorno complaciente. Todos aquellos que discreparon fueron saliendo del partido”, cuentan nuestras fuentes.  
Incluso le atribuyen a Herz una postura contraria a la liberación de Alberto Fujimori.  
EL ASESOR GALLERO
Pier Paolo Figari Mendoza es un hombre aficionado a los gallos navajeros. En 2014, a sus favoritos los bautizó como ‘Soberbio’ y ‘Culisuelta’. Uno de sus últimos ejemplares, que él presentaba con orgullo a sus amigos, lo exhibió en diciembre del año pasado: un gallo pakistaní llamado ‘Flor de Poleo’.  
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Figari compartía esta afición gallística con su trabajo en la fuerza política más importante del país: el fujimorismo, que ahora ha sido golpeado duramente por la embestida de la justicia.  
Figari llegó al Congreso en 2006 como tercer asesor de la congresista Cecilia Chacón, del partido Alianza por el Futuro. La legisladora recuerda que Figari tenía “buenos pergaminos como abogado y periodista”, y por eso lo contrató.  
Fue después del terremoto de Pisco, en agosto de 2007, que Figari adquirió mayor responsabilidad dentro del fujimorismo luego de que coordinara una efectiva campaña de ayuda a esa zona. Su rápido ascenso sorprendió a la vieja guardia albertista.  
“Pier Figari ha caminado siempre en la sombra al lado de Ana Herz. Donde estaba ella, estaba él”, refieren sus allegados.