Fuerza Popular consumó ayer, en menos de un mes, su segundo blindaje consecutivo al todavía fiscal supremo Pedro Chávarry. El blindaje es aún más descarado, pues los delitos que le imputó la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, fueron por hechos sustentados con prueba fílmica: la violación de oficinas lacradas del Ministerio Público para sustraer evidencia relacionada al caso Keiko Fujimori.
Gracias a los votos de Luis Galarreta, Milagros Takayama, Karina Beteta, Freddy Sarmiento, Milagros Salazar y Mario Mantilla, la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales libró a Chávarry de los delitos de encubrimiento personal y real. Solo será investigado por un delito menor (atentado contra la conservación e identidad de objeto en calidad de instigador).
Más que un simple escándalo, la actitud del fujimorismo es ya de complicidad en un acto ilícito. Las imágenes, registradas en enero de este año, son elocuentes.