El fiscal supremo Tomás Gálvez buscó el último viernes someter a votación de la Junta de Fiscales Supremos su pedido para remover del equipo especial Lava Jato a Rafael Vela Barba y José Domingo Pérez.
En esa sesión, que duró más de tres horas, Gálvez adujo que debía ejecutarse ese cambio por el "pésimo manejo" del acuerdo de colaboración eficaz suscrito por el Ministerio Público con la empresa Odebrecht. Y lo hizo insistentemente tras conocer que Vela no acudiría ese día a la reunión.
Sus argumentos, según contaron fuentes a Perú21, fueron los mismos que presentó en un oficio dirigido a la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, hace una semana: la colaboración "progresiva y continua" de la compañía genera "un manto de impunidad" porque los colaboradores estarían ocultando información de otros hechos irregulares cometidos.
Si bien parecía contar con el respaldo de sus aliados de siempre -los fiscales supremos Pedro Chávarry y Víctor Rodríguez Monteza- el fiscal Pablo Sánchez advirtió que solo la titular del Ministerio Público tiene la facultad de hacer ese tipo de cambios.
Incluso, relataron las mismas fuentes, Sánchez el recordó a Chávarry que cuando él removió a Vela y Pérez del equipo, el 31 de diciembre de 2018, lo hizo por cuenta propia y sin consultar a la Junta.
Tras aducir ello, hasta Chávarry le dio la razón a su colega y el requerimiento no llegó a discutirse porque se concluyó que, efectivamente, era Ávalos la única habilitada para tomar esa decisión.
Gálvez, Chávarry y Rodríguez han sido sindicados por la fiscal Sandra Castro de ser miembros de la organización criminal Los Cuellos Blancos del Puerto.