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Elecciones 2016: Cómo recaudan dinero los políticos (y cómo deberían hacerlo) [Video]
El analista Fernando Tuesta explica cuál es el problema con el financimiento de los partidos en el Perú y por qué es tan difícil fiscalizarlo.
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Los partidos políticos necesitan dinero. Si algo nos ha probado estas elecciones 2016, y todas las anteriores, es que para tentar la presidencia necesitas hacer gastos: anuncios, viajes, mítines y demás. Pero, ¿de dónde sale todo este dinero? El analista Fernando Tuesta te lo explica en este video producido por la PUCP:
Lo que Tuesta explica es lo que decíamos: un partido necesita dinero y esta necesidad se hace evidente durante la época de campaña electoral, pues por lo general no suelen recaudar mucho dinero de por sí. Antes los militantes aportaban cuotas y este era el principal soporte económico de un partido.
Pero esto ya no ocurre dado que ahora los principales aportes económicos vienen por parte de los parlamentarios que ese partido político tenga en el gobierno. El problema es que este monto disminuye tanto por el transfuguismo (cuando los congresistas se cambian de partido) o porque ya no quieren seguir solventado a su partido.
Sin embargo, eso no es todo. Durante la campaña electoral los partidos tienen acceso a los medios de comunicación gracias a lo que se conoce como la 'franja electoral televisiva' (que le costó al Estado, en las elecciones presidenciales pasadas, cerca de 10 millones de dólares).
Por otra parte, por ley, un partido político debería recibir financiamiento público directo por un valor de 4 millones de dólares anuales. No obstante, desde el 2007 tanto el gobierno de Alan García como el de Ollanta Humala no han otorgado este financiamiento, lo que debilita al partido y lo deja, en palabras de Tuesta, 'desamparado'.
Entonces, tenemos una paradoja: el partido necesita dinero pero no tiene cómo conseguirlo. Esto, como anota Fernando Tuesta, es problemático porque abre puertas a la informalidad. A los altos costos y los bajos ingresos le sumamos la escasa organización partidaria y la militancia volátil, lo cual abre las puertas para que quienes tengan más dinero tengan una participación más influyente dentro del partido.
Es en esas circunstancia que aparecen personas o empresas que buscan financiar una o varias candidaturas a cambio de la defensa de sus propios intereses, o que esperan una compensación luego de que el partido político haya alcanzado el cargo.
Y no solo eso es problemático. También tenemos que considerar las fuentes de este dinero y ver si es lícito o no. Recordemos que los partidos políticos se encuentran vulnerables a este financiamiento informal porque no tienen otra forma de llegar al dinero que necesitan. Cuando esta documentación llega a la ONPE, las inconsistencias o la ausencia de material sustentatorio que dé cuenta del gasto de campaña suele ser abundante, pero el órgano electoral no puede sancionar ni hacer efectiva su sanción por culpa de la actual regulación.
Esto sucederá cada elección, dice Tuesta, sino se entiende que "los partidos necesitan financiar costosas campañas y que el voto preferencial hace imposible un control eficaz". Es necesario, apunta el analista, que el financiamiento público se ajuste y que se hagan efectivas las sanciones para lograr un mejor uso y control del dinero en los partidos políticos.
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