Tras permanecer dos días hospitalizado por una descompensación y el mismo número de días detenido en la sede de Requisitorias de Lima, el ex presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Edwin Oviedo, fue trasladado ayer a Chiclayo, donde cumplirá prisión preventiva en el penal de Picsi.
En ese establecimiento penitenciario pasará los próximos 18 meses mientras es investigado por el caso Los Wachiturros de Tumán. Esa medida se dictó el pasado 7 de diciembre.
El fiscal Juan Carrasco acusa a Oviedo ser cabecilla de esa organización criminal y ser autor mediato del asesinato de los ex dirigentes de la azucarera Tumán Manuel Rimarachín Cascos y Percy Farro Witte en 2015.
Antes de ser conducido bajo estrictas medidas de seguridad desde La Victoria hasta el aeropuerto Jorge Chávez, el ex dirigente deportivo dejó un mensaje escrito en una servilleta, en el que reitera que no ha cometido ninguno de los delitos que le atribuye el Ministerio Público.
“En cualquier momento rumbo a Chiclayo para jugarme el segundo tiempo del partido más difícil de mi vida. Este segundo proceso ya lleva más de tres años en Chiclayo y todos los coprocesados lo están siguiendo en libertad”, escribió.
Asimismo, señaló que “el sustento de esta segunda prisión preventiva era la primera que quedó sin efecto la semana pasada”. Y agregó: “Con el favor de Dios, este partido también espero superar al no tener ninguna participación en estos lamentables hechos”.
El empresario también es investigado por Los Cuellos Blancos del Puerto, caso en el que se le acusa de ser el “financista” de esa red criminal.
TENGA EN CUENTA
La fiscal Rocío Sánchez también solicitó prisión preventiva para Edwin Oviedo en el caso Los Cuellos Blancos, pero el juez Manuel Chuyo rechazó su requerimiento.
Según la tesis fiscal, Oviedo habría sido asesorado por el ex juez César Hinostroza para afrontar sus casos.