Foto:Getty
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Franco Segura, director de Perú Católico, hace un análisis sobre los falsos sacerdotes.

"Desde hace años han existido personas que se hacen pasar por sacerdotes. Hay varios que sí lo fueron, pero los expulsaron de la Iglesia católica. Cuando ellos quieren continuar ofreciendo misas, bautizos y, por ejemplo, casamientos, lo que suelen hacer es contactarse con empresas o gente que organiza bodas en el campo o en la playa y les ofrecen sus servicios.

Eso está prohibido. Tiene que ser un caso muy excepcional para que se oficie un matrimonio fuera de una parroquia. El arzobispo correspondiente debe dar la autorización para que suceda algo así. En la mayoría de casos, los sacerdotes falsos se promocionan a través de tarjetas de presentación. 

Cuando alguien se quiere casar en la playa, por ejemplo, acude primero donde un padre en un templo y lo que este les dice es: aquí está la parroquia, acá está el altar y los actos religiosos se hacen aquí. 

Ante esa respuesta, muchos novios buscan a alguien que los case donde ellos quieren y así aparecen los falsos ministros sacerdotales que se muestran muy amables porque suelen darse a conocer a través de las recomendaciones. 

Se aprovechan del desconocimiento de los laicos. Se debería difundir los nombres de los sacerdotes falsos para evitar que sigan engañando a la gente".