El máximo líder del fujimorismo, Alberto Fujimori, falleció este miércoles a los 86 años. El exmandatario fue anunciado como candidato presidencial para 2026 por su hija Keiko Fujimori. No obstante, tras su deceso, surgen cuestionamientos ante el rumbo que tomará el fujimorismo.
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Eduardo Hernando, politólogo y director de la Carrera de Ciencias Políticas de la UPC, indicó a Perú21 que Alberto Fujimori "para bien o para mal" contaba con un carisma que lo hacía un líder personalista: "Tenía ciertas cualidades o dones que son propios de él, que no se pueden transferir, como ha ocurrido en otros casos históricos donde tenemos estos liderazgos que son muy polémicos, pero que generan antipatías y muestras de mucha simpatía".
El politólogo consideró que con su muerte, se cierra un ciclo debido a que Fuerza Popular "se ha alimentado de la energía de Fujimori". En ese sentido, indicó que el partido fujimorista se ocupa en el espacio ideológico de la "derecha popular", el cual podría ser llenado por otro partido.
"Como no se puede transferir este liderazgo, es probable que su movimiento pueda ir decayendo paulatinamente, a menos que pueda existir un liderazgo que pueda salir de esas canteras", señaló.
Opinó que si bien el fujimorismo cuenta con un núcleo duro importante, Keiko Fujimori no necesariamente recibirá el apoyo que tenía su padre: "Las lealtades hacia Keiko o hacia cualquier otra persona no son tan sólidas como serían hacia Alberto Fujimori".
Opino que "un líder carismático tiene una serie de habilidades que Keiko Fujimori no ha podido mostrar a lo largo de todos estos años".
La izquierda también sufre
Hernando aseguró que no solo el fujimorismo se perjudica con la muerte de Alberto Fujimori, sino también lo hará la izquierda, cuyo estandarte fue el antifujimorismo durante décadas: "De alguna manera, en la política uno se destaca en su oposición hacia el otro, hacia el "enemigo". Entonces, el enemigo ahora desaparece y eso los podría debilitar, a menos que se busquen un nuevo enemigo".
El politólogo explicó que el discurso antifujimorista podría perder apoyo tras el paso del tiempo: "Han pasado 30 años y siguen atribuyéndole problemas no resueltos al gobierno de Fujimori. Pero, de aquí a 40 años, ese argumento no tiene ningún sentido.
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