Contrarreforma daría pie a nuevas fábricas de firmas falsas

Cuando a mediados de diciembre de 2023 el Congreso de la República aprobó con una amplia mayoría la eliminación de las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), es decir, los comicios internos que serían el primer filtro para evadir la enorme cantidad de opciones políticas en las próximas elecciones generales, el cuestionamiento público y ciudadano fue tal que un aspecto no menor pasó desapercibido.

Antes de la contrarreforma publicada por el Congreso, con la oposición de los organismos electorales pero sin ser observada por el Gobierno, la Ley de Organizaciones Políticas contemplaba que para la inscripción de agrupaciones en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) se requería un número de afiliados de al menos el 0.1% de los ciudadanos habilitados para sufragar que, a la fecha, es de 25′287,954. Es decir, se necesitaba aproximadamente 25,288 afiliados.

Ese filtro, junto con las mencionadas PASO, significaba un avance en la reforma electoral. Partidos políticos constituidos tras un arduo proceso de inscripción y que, además, superaron procesos internos de selección de candidatos.

Sin embargo, la Ley N°31981, que modifica la norma de organizaciones políticas, dispuso que para la inscripción de partidos se precisa adicionalmente del 3% de adherentes en relación a los ciudadanos que sufragaron en las últimas elecciones nacionales, las de 2021, cifra que alcanzó 17′713,716. El JNE informó ayer que este número asciende a 531,412 firmas.

¿Cómo perjudica el requerimiento de firmas de adherentes además de los afiliados para la inscripción de los partidos políticos en el Perú?

“MECANISMO NEFASTO”

Jorge Jáuregui, abogado especializado en derecho electoral, explicó que los afiliados son ciudadanos que forman parte de determinada organización política, es decir, los militantes. Mientras tanto, los adherentes son personas de a pie que firman planillones en las calles para avalar únicamente la inscripción de esa agrupación en el JNE.

En conversación con Perú21, consideró que este cambio es “bastante malo, perjudicial y muy negativo porque incorpora, en principio, una barrera de acceso al sistema de partidos”.

“Este mecanismo históricamente ha sido nefasto. Se han visto casos de organizaciones políticas que contratan el servicio de recopilar firmas y, al final, presentan padrones con información falsa, firmas adulteradas. Se genera esto que se conoce como la fábrica de firmas”, continuó.

Esta modalidad de inscripción, dijo Jáuregui, hace que la relación entre el partido y los ciudadanos “sea clientelar, porque le ofrecen alguna dádiva para que firmen, con lo cual se desnaturaliza el sentido del partido. Además, se puede generar un mecanismo de fraude en los documentos que presentan. Se está precarizando aún más la lógica de los partidos políticos”.

Por su parte, José Naupari, abogado especialista en derecho constitucional y electoral, sostuvo que el requisito de inscripción debió quedar únicamente con afiliados. “Los adherentes no tienen ningún tipo de vínculo con el partido y el número alto que solicitan no hace más que generar un incentivo para la fábrica de firmas”, añadió en diálogo con este diario.

Recordó que agrupaciones políticas, como Perú Posible en 1998 y Podemos Perú en 2018, estuvieron involucradas en estas irregularidades. “En vez de incorporar la necesidad de adherentes, se debió elevar las causales de cancelación de la inscripción, incrementar el número de comités o instaurar un mínimo de actividades partidarias por mes”, opinó.

TENGA EN CUENTA

Inscritos. Hasta el momento, existen 25 partidos inscritos en el JNE y habilitados para participar en elecciones.

En proceso. Además, hay 13 en proceso de inscripción, quienes deben cumplir con los requisitos estipulados.

Fecha. Los partidos que deseen participar en los comicios de 2026 deben recibir el aval del JNE hasta julio de este año.

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