(Senace), del Ministerio del Ambiente, analiza desde junio pasado si autoriza la modificatoria del estudio de impacto ambiental (EIA) solicitada por el concesionario del puerto de . En las próximas semanas, la autoridad tendrá una decisión. 

En 2014, , el entonces ministro de Transportes del gobierno humalista, anunció por todo lo alto que el antiguo puerto de iba a convertirse en un megaterminal de contenedores. La concesión fue entregada al consorcio formado por las empresas brasileñas Pattac y Tucumán, y las españolas Servinoga y Fortesolo.  

En febrero del año pasado, el consorcio solicitó que se modifique su EIA para construir un almacén de concentrados de minerales. Esto ha encendido las alarmas de la población, porque los camiones y volquetes que trasladen el mineral para llegar al puerto tienen que atravesar la Reserva Nacional de Paracas.

“Se trata de una modificatoria motivada por la demanda de usuarios mineros que están en la zona de influencia”, señala Sergio Nicheli, gerente general del Terminal Portuario de Paracas.

Los operadores de turismo y los vecinos de la bahía se oponen a la aprobación del nuevo EIA. “Hay una preocupación por el medio ambiente, que es la base para el turismo en el área protegida más antigua del Perú. Es imposible controlar al 100% los polvos de minerales con el viento que hay en Paracas”, advierte el biólogo Stefan Austermühle, de la asociación Mundo Azul.

Construcción del puerto de Paracas amenaza la reserva
Construcción del puerto de Paracas amenaza la reserva

UNA CARRETERA

Actualmente existe una carretera en la que se combinan bicicletas, cuatrimotos, buses turísticos, camiones y volquetes. Por esta vía se puede acceder a playas como La Mina, Lagunillas, museo de sitio Julio C. Tello y a las instalaciones del puerto de Paracas. 

Esta carretera pasa muy cerca de una zona de la reserva conocida como El Sequión, lugar de anidamiento de aves. A pesar de que existe el proyecto de un tramo alternativo, propuesto por el MTC, para alejar la vía de la zona hotelera, por ahora no se contempla alejarla también de los gaviotines y flamengos que por años han tenido a El Sequión como lugar de descanso. “Son 250 metros de distancia entre la carretera y El Sequión. Aquí descansa el 30% de todas las aves protegidas de la reserva”, dice Austermühle.

La empresa plantea como solución mover a las aves a otra área donde puedan anidar tranquilamente

El MTC, el 21 de enero, le ha pedido al Servicio Nacional de Parques que evalúe la propuesta para la vía alterna (vea la infografía). Así, el Gobierno quiere calmar la tensión que aumenta entre los vecinos de Paracas que ven en esta megaconstrucción una amenaza para la reserva y el turismo.

Vista de la Bahía de Paracas desde el Satélite PerúSat (Créditos: Agencia Espacial Peruana - Conida)
Vista de la Bahía de Paracas desde el Satélite PerúSat (Créditos: Agencia Espacial Peruana - Conida)

TENGA EN CUENTA

Perú21.TV ha preparado un especial sobre la construcción del puerto y el conflicto en Paracas. Lo puede ver en www.peru21.pe y en nuestras redes sociales.

La inversión del consorcio para la construcción del puerto de Paracas es de US$300 millones.

354 mil visitantes registró Paracas en 2017. De ellos, 62 mil visitaron las Islas Ballestas, según Perucámaras.