Redacción PERÚ21

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Este 5 de abril se cumplen 23 años del llamado de Estado emprendido por el ex presidente , fecha en la que el ex mandatario —ahora preso— disolvió el Congreso e intervino el Poder Judicial para emprender una reforma del Estado que facilitó el control total sobre el aparato público e introdujo la reelección presidencial inmediata en la Constitución de 1993.

A través de un comunicado, se mostró a favor de recordar esta fecha para que "no se vuelvan a repetir regímenes dictatoriales ni violaciones a los derechos humanos".

Así, el organismo indicó que el autogolpe de Fujimori en 1992 socavó la institucionalidad democrática del país.

"La disolución del Congreso significó que varias comisiones que investigaban crímenes contra los derechos humanos se vieran obligadas a abandonar su trabajo. Esto generó un ambiente de impunidad para los familiares y víctimas de la violencia producida por agentes del Estado", sostuvo.

"Además las funciones del Poder Judicial y del Ministerio Público quedaron en suspenso durante cuatro semanas, en el transcurso de las cuales no se pudieron presentar denuncias de violaciones de derechos humanos ni peticiones de hábeas corpus", indicó el comunicado.

¿NO HIRIÓ LA DEMOCRACIA?A través de una misiva, el año pasado el ex presidente Alberto Fujimori negó que el autogolpe de 1992 haya sido funesto para la democracia en nuestro país, y que por el contrario, indicó que fue un "hito por donde se enrumbó al Perú hacia la senda de su desarrollo y bonanza económica".

Sin embargo, no todos son de la misma opinión. En una entrevista brindada a Perú21 el año pasado, el economista Hernando de Soto consideró el autogolpe del 5 de abril de 1992 como una "estupidez" sin justificación

"Yo creo que fue una estupidez. La primera cosa es que moralmente uno tiene que decidir cómo se hacen las cosas, entonces moralmente no había forma de excusarlo", indicó.