El 31 de mayo de 1970, 45 segundos bastaron para que un terremoto de 7.9 grados desatara un aluvión que sepultó a la ciudad de Yungay, ubicada en el Callejón de Huaylas, en Áncash. Un día como hoy hace 50 años, ‘Los Ángeles Verdes’ caían del cielo en paracaídas para socorrer a los miles de afectados por este sismo, considerado el más devastador en la historia del Perú.
Se trata de ‘Los Sinchis de Mazamari’, 114 agentes especializados de la ahora División de Maniobras Contra el Tráfico Ilícito de Drogas de la Policía Nacional, quienes fueron el primer grupo de ayuda en llegar a la zona, un día después de la emergencia.
El movimiento telúrico produjo el desprendimiento del Nevado de Huascarán sobre la laguna Llanganuco, desbordándose hasta llegar a Yungay, arrastrando todo a su paso.
En medio de tierras movedizas, los efectivos ignoraron sus temores y descendieron desde unidades aéreas, portando paracaídas verdes, para auxiliar a los damnificados. Todos los accesos a la ciudad habían sido bloqueados por el lodo.
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Aunque los daños fueron incalculables, se estima que más de 20 mil personas desaparecieron aquel día, enterrados bajo toneladas de masas de tierra. Cerca de 70 mil perdieron la vida y 143 mil 331 resultaron gravemente heridos.
Bajo el lema “Solo merece vivir quien por un noble ideal está dispuesto a morir”, ‘Los Sinchis’, quienes pertenecían a la entonces 48va Comandancia de la Guardia Civil del Perú, cumplieron con una labor ejemplar, llevando carpas, alimentos y medicinas.
Además, habilitaron una pista de aterrizaje de emergencia para recibir ayuda humanitaria. Ellos ejecutaron la primera misión policial de rescate aerotransportada por desastres naturales en Latinoamérica.
’LOS SINCHIS’ EN LA ACTUALIDAD
Esta unidad especializada había sido fundada tan solo 5 años antes del terremoto de Yungay, el 21 de junio de 1965. Su tarea era combatir al terrorismo en zonas aisladas del Perú desde los principales puestos de vigilancia.
Ahora, tras la integración de la Policía, la división pasó a formar parte de la Dirección Antidrogas (Dirandro). Desde ahí, llevan acabo operaciones de inteligencia en contra del tráfico ilícito de drogas.
También ha participado en acciones contraterroristas, apoyando al Comando Especial del Valle del Río Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) y haciendo honor al nombre con el que se hicieron conocidos tras auxiliar a las víctimas de Yungay, continúan prestando servicios de rescate en zonas de desastres naturales, y colaboran con la búsqueda de personas desaparecidas.