¿Es cierto que los peruanos nos estamos volviendo xenófobos con los venezolanos? [ANÁLISIS]

La ola de migración venezolana en nuestro país parece que viene preocupando a más de un peruano. ¿La razón? Compatriotas afirman que sus puestos laborales se encuentran en peligro porque los empleadores los preferirían a ellos debido a que son 'más económicos'.

Estos temores sobre una presunta inclinación por contratar a estos migrantes caribeños se reflejan en comentarios no muy amigables hacia los ciudadanos de la patria de Simón Bolívar. ¿Nos estamos convirtiendo en una nación xenófoba?

A pesar que el ministro de Trabajo, Javier Barreda, ha desmentido en todos los tonos que los venezolanos no representan ningún tipo de peligro hacia los peruanos en cuanto a temas laborales, no todos se convencen de ello.

Perú21 consultó con el sociólogo Jerjes Loayza para saber si esta repentina llegada de venezolanos a nuestra capital —y a varios departamentos del Perú— nos ha quitado una careta para darnos cuenta que, por nuestras venas, podría correr una posible xenofobia venezolana.

Para el especialista, la sociedad peruana no es xenófoba ni lo está siendo. ¿Qué ocurre? Siente miedo a lo desconocido y a lo que pueda suceder con el futuro de los venezolanos en el Perú.

“Racionalmente, pensando en los fines de cada individuo, muchos consideran que la migración es una amenaza a nuestro trabajo y recae más en puestos de trabajo informal. Pero no es así”, resalta.

“Si lo vemos desde un punto de vista irracional, esta xenofobia no tiene sustento”, explicó Loyza a este diario citando que “la xenofobia surge de un choque de civilizaciones en la cual surge la necesidad de proteger lo tuyo. Nace cuando existe una amenaza que puede desarticular tu historia, tus costumbres, tu identidad”.

En un país en el cual casi la totalidad de compatriotas se encuentra convencido de que la mejor gastronomía del mundo es peruana y que los mejores parajes y lugares turísticos se encuentra en Perú, ¿por qué deberíamos sentirnos amenazados ante los venezolanos?

“(La xenofobia) No es el caso de Perú porque nosotros estamos muy seguros, por ejemplo, de nuestra comida y de nuestra historia”, argumenta el sociólogo. Pero, ¿el empleo?

Si bien es cierto que no tenemos motivos para temer a que los venezolanos nos ‘quiten’ nuestros trabajos, lo que sí se percibe es un miedo insustentable que puede ser aprovechado por personalidades (llámese políticos o influenciadores) para calar en la inseguridad de nosotros.

“El choque de culturas y de costumbres genera una especie de incertidumbre por el rol que jugarían estas personas (los venezolanos). Inicialmente lo sentimos como normal, pero ahora, ellos son una buena cantidad. Ese temor irracional te lleva al miedo a lo extraño y a lo diferente”, refirió Loayza.

Para explicar esta situación, el sociólogo tomó un ejemplo didáctico:

“Cuando tengo algo que no conozco, busco respuestas que me den seguridad. Esto se llama ‘apropiación de sentimiento de seguridad’. Cuando uno tiene inseguridad frente a algo, busca por todos los medios de quitársela y la hace a través de líderes que, en el pasado fueron dictadores y radicales como Adolfo Hitler porque ellos los defienden ante lo diferente. Estos líderes se aprovechan de estos sentimientos de inseguridad para colocarles una etiqueta, la cual se resume en el odio hacia lo distinto”.

Para Loayza, es irrefutable que Perú se ha convertido en un país en donde todos se quieren quedar por el incremento económico y porque representa una oportunidad de crecimiento, tanto para las personas como para las empresas. Esa situación de nuestro país, en opinión para el sociólogo, es vista por nuestros vecinos de la región, entre ellos, Venezuela.

“El Perú, en los últimos tiempos ha dejado de ser un país de emigrantes, para ser uno de migrantes. Nos hemos convertido en una nación que le da la oportunidad a los que más los necesitan. Los venezolanos vienen aquí para ofrecer lo suyo y no a quitarnos lo nuestro”, advierte.

El especialista resaltó que los gobernantes deberían tomar la migración venezolana como una oportunidad para que nuestra nación sea vista como un lugar amable con los extranjeros. De esta manera, según señala Loyza, generaría inversión.

“El Estado no se ha puesto a conversar cómo poder sacarles provecho a esta migración. Esto no lo tenemos que ver como un problema, sino, como una oportunidad. Para que nos veamos como un país abierto y afable para otras naciones. De esta manera, quizá nos vean —por qué no— como un país de inversión”, indicó.

Para el sociólogo, en los próximos 30 a 40 años, Perú “se convertirá en un país de migraciones”. Por ello, auguró que “el caso de los venezolanos es un tema que nos debería poner a reflexionar porque la población envejecerá”.

“Vamos a necesitar de un elemento migrante y muy probablemente, esta ayuda provenga de África o de algún otro continente que necesite migrar”, agregó a este diario.

Jerjes Loayza expresó finalmente que los venezolanos “alegan que no quieren ser como nosotros". Ellos, enfatizan, buscan validar su diferencia y, a partir de ella, "buscan oportunidades laborales en Perú. Por eso es que nos ofrecen sus arepas y sus comidas”.