La variante ómicron viene avanzando a nivel mundial, no solo en nuetro país. Esto provocó que muchos gobiernos tomen medidas más severas para detener la expansión de la enfermedad en las poblaciones, y una de estas tiene que ver con los certificados de vacunación, el cual se viene exigiendo para muchas actividades.
Con ello, las estafas y delitos también han ido en aumento, con el fin de engañar a las autoridades y obtener estos documentos sin estar vacunados contra la COVID-19.
Así lo advierte Check Point Research, la división de Inteligencia de Amenazas de Check Point Software Technologies Ltd, uno de los principales proveedores mundiales de soluciones de ciberseguridad.
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Y es que en el mercado negro se vienen vendiendo certificados de vacunación falsos y pruebas negativas. Varios investigadores descubrieron esto en grupos de Telegram, así como en la Deep Web.
Además, advierten que con las nuevas medidas que perjudican a las personas no vacunadas, los precios han subido hasta un 600% en algunas zonas. Según los informes, un certificado falso puede costar 200 y 600 dólares.
“Sin un sistema centralizado de certificación de pruebas y vacunación, es muy fácil que los estafadores aprovechen la situación actual en su beneficio. Grupos de ciberlincuentes que han estado inactivos durante meses resurgen para recaudar lo que puedan en este cambiante panorama de la pandemia”, alerta Ivonne Pedraza, Territory manager CCA Check Point Software.
Por su parte, la Unión Europea implementó el régimen de pasaportes COVID-19 desde el mes de julio del año pasado, al igual que muchos otros países, como Estados Unidos.
Los viajes internacionales también dependen en gran medida de las vacunas o las pruebas, y los estados de todo el mundo han endurecido sus normas de cuarentena.
A esto se le suma un requisito más en los países de Alemania o Austria, en el cual también se debe presentar una prueba PCR negativa para poder viajar al país en cuestión.
“Los gobiernos deben unirse rápidamente para combatir esta última oleada del mercado negro o arriesgarse a ver cómo aumentan los documentos falsificados en las próximas semanas y meses”, asegura Pedraza.