En una reciente entrevista, el sacerdote arequipeño Guillermo Oviedo reveló que fue la persona encargada de darle los sacramentos al expresidente peruano Alan García antes de su fallecimiento.
“Le di los sacramentos y ya está, ahí lo dejamos, porque es parte del ámbito privado de la gente. Sí le di los sacramentos, de la absolución y de la unción de los enfermos. Y sí lo vi muerto”, afirmó el padre Oviedo en declaraciones a Canal B.pe.
El sacerdote se mantuvo en su posición de mantener la privacidad del momento, haciendo hincapié en que su deber era cumplir con su labor pastoral sin entrar en mayores detalles sobre los últimos momentos de Alan García
“No importa lo que yo creo, porque las cosas no son como yo creo, son como son. Y el señor Alan García murió. (Es) todo lo que le puedo decir, más no. La gente tiene derecho a su privacidad, sobre todo con un tema de esa naturaleza”, agregó.
Alan García falleció el 17 de abril. (Foto: Andina)
¿Qué son los santos óleos?
Los “santos óleos”, también conocidos como “santos sacramentos” u “óleos sagrados”, son aceites consagrados que se utilizan en ciertos ritos y sacramentos de la Iglesia Católica. Hay tres tipos principales de santos óleos:
Óleo de los Enfermos: También llamado “óleo de la unción”, se utiliza en el sacramento de la Unción de los Enfermos. Este sacramento se administra a personas enfermas o ancianas para conferirles la gracia de Dios y fortalecer su espíritu durante momentos de enfermedad o debilidad física. La unción se realiza generalmente en la frente y en las manos del enfermo, y se acompaña de oraciones por su salud y bienestar espiritual.
Óleo de los Catecúmenos: Este óleo se utiliza durante el rito del bautismo para ungir al catecúmeno (persona que se prepara para recibir el sacramento del bautismo) como parte del proceso de iniciación en la fe cristiana. Simboliza la fortaleza y protección espiritual que se otorga al catecúmeno mientras se prepara para recibir el sacramento del bautismo.
Crisma: El óleo de crisma es utilizado en varios sacramentos, incluyendo el bautismo, la confirmación y la ordenación sacerdotal. Se utiliza para ungir a los recién bautizados, confirmandos y ordinandos como señal de su consagración y entrada en la comunidad cristiana. El crisma simboliza la plenitud del Espíritu Santo y la gracia divina que se concede a través de estos sacramentos.