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Antenas 5G: COVID en la web y el virus de la desinformación
Red aún no llega al país, pero en Huancavelica se atacó una antena. Fake news, incertidumbre y desconfianza hacia el Estado conforman una receta peligrosa en tiempos de pandemia.
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El miércoles de la semana pasada, a 3,800 metros de altura, en la comunidad de Chopcca, provincia de Acobamba (Huancavelica), un grupo de personas atacó una antena que no era de telefonía móvil y privó de su libertad a ocho técnicos de la empresa concesionaria que iban a reparar desperfectos. ¿La razón? Las noticias falsas de que la red 5G transmite el coronavirus y que los técnicos debieron cumplir cuarentena antes de ingresar al distrito de Paucará, indicó el jefe de la Macro Región Policial Junín y Huancavelica, general PNP Alejandro Oviedo. Sin embargo, dicha tecnología aún no ha llegado al Perú, como ha indicado el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Las consecuencias del ataque son la desconexión de unas 12 a 15 instituciones estatales –escuelas, comisarías, centros de salud– y de unos seis centros poblados, precisa el exministro de la Producción Raúl Pérez-Reyes. Incomunicación en tiempos verdaderamente críticos.
¿Cómo saltó la desesperación de la pantalla a la calle? “Es que, en momentos de incertidumbre, somos propensos a creer en fake news”, acota el antropólogo Juan Carlos Callirgos a Perú21. Según el especialista, ello explica por qué se aceptan noticias sin asidero científico.
En esas fake news, se comenta que las antenas alteran la composición de la molécula del oxígeno haciéndolo más difícil de respirar o que afecta al organismo de los seres humanos, lo que genera sintomatología propia del COVID-19. Ante ello, Pérez-Reyes puntualiza que lo que emiten las antenas es radiación no ionizante, que no puede alterar la composición del aire. Además, el experto refiere que se han realizado múltiples estudios a lo largo de las décadas en que viene funcionando la tecnología móvil que demuestran que no hay impacto en la salud.
Además, la Organización Mundial de la Salud ha aclarado que los virus no se desplazan por las ondas electromagnéticas ni las redes de telefonía móvil y, en particular, el COVID-19 se está propagando en países en los que no existe la red 5G.
Es más, Pérez-Reyes afirma que lo más seguro es que la tecnología 5G, que recién se está implementando en el mundo, tarde en llegar al país: “La pandemia va a retrasar la aparición del 5G de cara a los ciudadanos por el golpe económico. Va a depender de la capacidad de las empresas móviles de vender el servicio”.
Desconfianza histórica
En el caso específico de Huancavelica, a la incertidumbre ante el COVID-19 se suma la desconfianza hacia el Estado. En ese sentido, Callirgos invita a pensar en las causas del evento más que tildarlo de histeria colectiva: “No es una enfermedad mental o problema psiquiátrico. Hay que tratar de entender el porqué de esa desconfianza histórica”.
Ahí juega un papel la corrupción y la idea de que se privilegia la economía antes que el bienestar de la población. “El Estado debe recomponer su relación con el pueblo”, dice el antropólogo. Ello a fin de que ante una nueva tecnología no prevalezca la desconfianza de siempre.
El 5G, al ser un paso adelante hacia el llamado Internet de las cosas y la llegada de casas y oficinas inteligentes, puede tener un impacto positivo en nuevas dinámicas como el teletrabajo. “Un trabajador desde su casa va a poder supervisar y accionar el proceso manufacturero a partir de un centro de control: manejar máquinas que calientan comida, que hacen tela o productos metálicos”, anota Pérez-Reyes.
Sobre lo ocurrido en Chopcca, una comitiva con representantes del MTC, la PCM, el Ministerio del Interior, la PNP y el Gobierno Regional dialogó el 13 de junio con autoridades de la comunidad sobre el desarrollo del proyecto de conectividad digital en la zona, que beneficia a 162 mil habitantes en 354 localidades y permite dotar de Internet de calidad a 710 instituciones de la región, entre comisarías y centros de salud. Tras un arduo diálogo de más de cinco horas, los representantes de la empresa y el MTC se comprometieron a coordinar con la comunidad la reparación de la antena y la restitución del servicio, y los operarios –privados de su libertad en buenas condiciones– abandonaron la localidad hacia su lugar de origen.
Datos
- Desde el inicio de la pandemia, la OMS informó que el COVID-19 se transmite a través de gotículas minúsculas de secreciones respiratorias expulsadas cuando alguien infectado tose, estornuda o habla, o si, tras tocar una superficie contaminada, uno se lleva la mano a los ojos, la boca o la nariz.
-Si bien el 5G no estará disponible este año en Perú, hay que ir preparando las redes desde ya, indica Pérez-Reyes. Para que llegue al ciudadano, la mayoría de la red debe estar funcionando, anota.
- El Perú presenta 20,000 antenas de Internet móvil 2G, 3G y 4G y se necesitan 37,000 para tener cubierta apropiadamente la red en todo el territorio. Para que funcione la tecnología 5G se requerirán unas 200,000 antenas, según Pérez-Reyes.
- En Bolivia también se han quemado torres de antenas sin que la tecnología 5G haya llegado a ese país.
- El 8 de junio, el británico Michael Whitty fue condenado a tres años de cárcel por atacar una antena 5G en Kirkby, en Reino Unido. Múltiples casos de este tipo se han registrado en ese país.
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