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Gerson Ames: el maestro que innova y le saca provecho a la cuarentena
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Sin descanso y valiéndose de la tecnología, Gerson Ames prepara todas las noches el material que usará para sus clases del día siguiente. Enseña matemática de forma remota a 120 estudiantes de tercero, cuarto y quinto de secundaria de la Institución Educativa Mariscal Cáceres de Huancavelica, pero además tiene un aula virtual gratuita para alumnos de todo el Perú y organiza cada semana una mesa de diálogo para más de 40 profesores de diferentes regiones del país.
Pese a que tiene la agenda recargada, ya que en casa también supervisa las lecciones de sus pequeños de 4, 8 y 11 años, este profesor encuentra tiempo para filmar y editar sus enseñanzas para compartirlas con quienes deseen ingresar a explorar su canal de YouTube. Su objetivo es que sus sesiones de aprendizaje sean lo más completas posible y estén disponibles para la mayor cantidad de gente.
No se puede esperar menos de él. En 2019 fue nominado a The Global Teacher Prize (conocido como “el Nobel de Educación”) y ese mismo año fue ganador del premio Maestro Excelencia por implementar en los Andes centrales el método ‘Ruwaspa Yachany’ (‘aprender haciendo’ en quechua), un procedimiento que consiste en realizar cálculos geométricos a través de figuras 3D y hologramas.
“En estos momentos de la historia no puedo prestar atención solo a mi escuela. Me corresponde tener la mayor apertura, porque un profesor no solo enseña en sus aulas, sino también con su ejemplo y con su vida misma”, sostiene convencido de que la cuarentena es una oportunidad para seguir innovando.
Desde su casa en el distrito de Pampas, en la provincia de Tayacaja (donde el 35% de la población es pobre y el 40% pobre extremo, según cifras del Ministerio de Economía), el educador sostiene que la expansión del coronavirus y el estado de emergencia está obligando a sus colegas a emplear herramientas que alguna vez sintieron muy lejanas y que, afortunadamente, él aprendió gracias a su interés por las nuevas tendencias.
“En las redes sociales invito a mis clases en línea por Zoom y Hangouts. El alumno que se conecta y que vive más lejos es de Piura”, comenta con un entusiasmo del que solo es capaz una persona apasionada por la educación.
Complicado pero posible
No ha sido sencillo, pero se ha logrado y puede servir de ejemplo. Para trabajar sus clases virtuales, Gerson Ames ha construido un programa educativo propio que sigue los lineamientos de la estrategia Aprendo en Casa del Ministerio de Educación.
Ni la televisión ni la radio son opciones para sus estudiantes porque provienen del campo y viven en pequeños cuartos donde no tienen acceso a estos aparatos electrónicos. Es por este motivo que WhatsApp se ha convertido en el canal por donde envía prácticas resueltas en formato de audio. Afortunadamente, Gerson se adelantó y desde 2017 promueve en las aulas el uso del celular y el Internet, hecho que hace posible que hoy pueda seguir dictando clases.
Pero todavía hay varios problemas que resolver. Cinco escolares de su grupo viven en comunidades muy remotas, sin la posibilidad de comunicarse con él.
A ellos les ofrecerá educación presencial cuando acabe la cuarentena, para que no estén en riesgo de perder el año escolar.
“Los problemas del departamento de Huancavelica son la disfuncionalidad de las familias y lo alejados que están los colegios, porque en algunos casos están pasando caminos dificultosos y territorios agrestes”, comenta preocupado, pero confiado en encontrar pronto una solución.
“Un buen maestro se adapta a cualquier contexto y por eso mi material es autoinstructivo, para entregarlo y que sea el mismo estudiante quien lo emplee de la manera que mejor convenga pese a la distancia”, sostiene.
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Habilidades
Gerson Ames, egresado de la Universidad Nacional de San Marcos, está convencido de que el maestro debe confiar en las habilidades de los adolescentes y no subestimarlos.
Este pensamiento lo viene aplicando desde que regresó a su tierra natal hace unos años para ejercer la docencia. Para él, lo más importante es enseñar a sus pupilos la disciplina y el gusto por el aprendizaje.
“Yo ya había advertido hace unos años la necesidad de formar estudiantes críticos y reflexivos, que hagan un aprendizaje de forma autónoma. Creo que por eso varios de mis alumnos ya están ‘enganchados’ con este tipo de aprendizaje remoto, porque desde hace algún tiempo ellos mismos supervisan sus avances y usan mi material para guiarse”, sostiene.
Soluciones para el futuro
Sabe que la situación actual es complicada para los profesores, que todavía hay incertidumbre en el sector Educación y que es el momento de afrontar los retos.
“El maestro de vocación es innovador; no ve problemas, ve soluciones; utiliza la tecnología para lograr el aprendizaje y siempre mira hacia adelante”, asegura convencido de sus habilidades y la de sus colegas.
“A los que amamos enseñar, les digo que estamos en los ojos de la sociedad y de nuestros estudiantes. Tenemos que estar preparados porque quizás uno de los miles de chicos con los que interactuamos sea el científico o el personaje que algún día dé la solución a una pandemia. Debemos ser responsables”, sentencia, consciente del impacto que sus lecciones pueden tener en los peruanos y peruanas del futuro.
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