“La felicidad en el trabajo ya no solo es una aspiración, sino un componente esencial en la gestión de la empresa. El desgaste emocional no conoce fronteras, afectando a personas de todos los niveles y sectores laborales. La constante presión por cumplir plazos ajustados, alcanzar objetivos ambiciosos y lidiar con demandas crecientes deja a los trabajadores exhaustos física, mental y emocionalmente, socavando su bienestar integral y capacidad de rendimiento”, expresó Giancarlo Ameghino, Gerente de Gestión y Desarrollo del Grupo Crosland.