El cáncer en adultos mayores representa un desafío significativo tanto para los pacientes como para sus familias y cuidadores. En una etapa de la vida donde la salud se vuelve más frágil, el diagnóstico de cáncer exige una atención especial y un enfoque integral que contemple no solo el tratamiento de la enfermedad, sino también el bienestar físico, emocional y social del paciente.
El riesgo de desarrollar cáncer aumenta con la edad. “Factores como el tabaquismo, una dieta inadecuada, la falta de actividad física, la exposición excesiva al sol sin protección y el consumo excesivo de alcohol incrementan con el tiempo la probabilidad de aparición de tumores malignos. Por ello, es fundamental adoptar un estilo de vida saludable desde la infancia”, señala Yan Carlos Vargas Caycho, médico radioncólogo y director de Oncodrip.
Los cuidados de los adultos mayores con cáncer varían según el tipo de neoplasia y la gravedad del caso. Al recibir un diagnóstico, la persona mayor entra en una etapa compleja donde el apoyo de la familia y seres queridos se vuelve fundamental.
De acuerdo con el especialista, la presencia y el respaldo emocional del entorno son claves para brindarle ánimo y fortaleza en este difícil momento. Considere los siguientes consejos:
Permanezca a su lado. El apoyo de familiares, amigos y cuidadores es esencial para el bienestar emocional del paciente. Es importante escuchar y respetar sus deseos sobre cómo quiere enfrentar la enfermedad, incluyendo la decisión de someterse o no a tratamientos agresivos. Mantener una comunicación abierta y fluida es fundamental.
Edúquelo sobre la enfermedad y los tratamientos. Informar al paciente sobre los efectos secundarios y los cuidados necesarios le permitirá estar mejor preparado para enfrentar la situación.
Acompáñelo a sus citas médicas. Antes de la consulta, es útil anotar las preguntas que se desean hacer al especialista. Durante la visita, tomar notas ayudará a recordar las indicaciones del médico tratante.
Motívelo a dejar sus malos hábitos. Es importante que abandone el tabaco, el alcohol y una dieta inadecuada. Mantener el organismo fuerte y saludable, dentro de sus limitaciones, es crucial para luchar contra la neoplasia. Reduzca el consumo de azúcar, sal y alimentos ultraprocesados.
Ayúdelo a reducir sus niveles de estrés. Filtre la información que pueda causarle angustia y ansiedad. Anímelo a leer textos que lo entretengan, a meditar, ver películas o series divertidas, escuchar música y salir con amigos. Estas actividades lo mantendrán alejado de pensamientos negativos.
Fomente la actividad física. El ejercicio es una fuente de vida y salud. Dentro de sus limitaciones, debe mantenerse activo para conservar un peso adecuado, flexibilidad y movilidad, y prevenir el desarrollo de otras enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes o la hipertensión. No es necesario realizar rutinas largas; 20 minutos diarios son suficientes.
Procure que se sienta cómodo en todo momento. Adapte su habitación y baño a sus necesidades para reducir el riesgo de accidentes.
Fomente actividades en familia. Construya una red de apoyo que le brinde soporte en momentos de incertidumbre y ansiedad.
Neoplasias más frecuentes
Según las estadísticas de EsSalud, los cánceres de pulmón y próstata son los más comunes entre los adultos mayores varones, mientras que el cáncer de pulmón y de mama predominan entre las mujeres.
El doctor Vargas subraya la importancia de realizarse controles periódicos, especialmente si existen antecedentes de neoplasias malignas o factores de riesgo como obesidad, tabaquismo y consumo frecuente de alcohol.
Adoptar un estilo de vida saludable es esencial en cualquier etapa de la vida. Nunca es tarde para empezar. Si tiene sobrepeso, reduzca el consumo de calorías, incremente la ingesta de frutas y verduras, y realice actividad física regularmente. Caminar, trotar, nadar o bailar son excelentes opciones para mantenerse en forma durante la tercera edad.
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